La otra crisis de Pdvsa: El éxodo masivo de sus trabajadores

La otra crisis de Pdvsa: El éxodo masivo de sus trabajadores

Trabajadores de Pdvsa participan en una marcha hacia el Palacio de Miraflores en 2016. Miguel Gutierrez / Efe
Trabajadores de Pdvsa participan en una marcha hacia el Palacio de Miraflores en 2016. Miguel Gutierrez / Efe

 

En solo una semana de enero, renunciaron 10,000 trabajadores de la petrolera estatal. Tras el colapso de Pdvsa debido a una caída en la producción de crudo de 1 millón de barriles diarios entre 2016 y 2017, surge otra crítica situación para la industria: la falta de mano de obra, publica Univisión.

Por Ahiana Figueroa

Lo que parecía impensable hace unos pocos años ha sucedido: los trabajadores de la otrora todopoderosa Petróleos de Venezuela (Pdvsa) protestan cacerola en mano contra el gobierno de Nicolás Maduro y dentro de las propias oficinas de la estatal. Pero además de los reclamos, están renunciando a ritmo acelerado, dejando sin personal preparado a la industria, la fuente de más del 90% de todos los ingresos del país.

Pdvsa hoy produce 1.6 millones de barriles diarios, su nivel de producción más bajo de los últimos 30 años y la sombra de los 3.8 millones de barriles diarios (bd) que producía cuando Hugo Chávez ascendió al poder en 1999.

A la crítica situación de la empresa se le suma el éxodo masivo de sus trabajadores, cansados de esperar mejoras salariales y temerosos de sufrir un accidente laboral tras la falta de mantenimiento en la industria. Ha sido tan numerosa la salida de los trabajadores de Pdvsa, que la junta directiva decidió no recibir más cartas de renuncia.

De acuerdo al secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, Iván Freites, sólo durante la primera semana de enero renunciaron a Pdvsa unos 10,000 trabajadores, lo que equivale al 7% de la nómina laboral, que hasta agosto de 2016 contaba con 143,000 empleados. Aunque Freites denuncia que unos 31,000 son parte de una nómina paralela.

“Primera vez que ocurre esta situación en una empresa de esta categoría. A los trabajadores ya no les importa si le pagan las prestaciones (indemnización de ley al renunciar o ser despedido de un trabajo). Nunca antes se había visto que los jubilados protestaran a las puertas de la empresa. La principal causa de esta huida es que perdimos el salario, un trabajador que con su sueldo no pueda comprar ni un huevo, es un esclavo”, dijo Freites a Univision.

Y pensar que alguna vez Chávez pudo darse el lujo, de manera displicente, de despedir a 20.000 empleados de Pdvsa en un día. Fue a finales del paro petrolero del 2003, cuando –armado de un silbato de árbitro- dio un discurso televisivo en el cual, incluso, despidió a una mujer embarazada: “Fueraaa! Botadooo!”, gritaba.

Hoy en día ni el silbato ni los gritos hacen falta: los empleados se Pdvsa se van solos. Y cada día más. Son parte de los 4 millones de venezolanos que se han ido del país, según cifras de la Organización de Estados Americanos y la firma consultora venezolana Consultores 21.

Algunos fuera del país, otros al sector privado

El analista petrolero Rafael Quiroz coincide en que es primera vez en la historia de la industria petrolera, no solo de Pdvsa, que acontece un éxodo de esta naturaleza. “La razón es porque el nivel de los salarios no se corresponde con el alto costo de la vida, ni de la cesta alimentaria. Se está yendo no solo mano de obra común, sino también profesionales ingenieros con años de servicio. Algunos se han visto obligados a irse fuera del país y otros a migrar al sector privado”.

Sostiene que Pdvsa no está en condición financiera de cubrir la nómina, además de tener un retraso en la revisión de contratos colectivos de dos y cuatro años.

Después del paro petrolero y los masivos despidos, Chávez se dedicó a construir una Pdvsa que le obedeciera ciegamente: se formó en la empresa estatal una nómina leal al chavismo para defender a “la industria” de los ataques “de la derecha”. Solo que ya no era la industria, sino que propios y extraños pasaron a llamarla “la Pdvsa roja rojita”.

Intentó imponer el remoquete de “la nueva Pdvsa” para referirse a la estatal que fundó su némesis Carlos Andrés Pérez, la cual llegó a tener refinerías en Europa y Estados Unidos y fue el suplidor principal de petróleo del país norteamericano durante los embargos petroleros sauditas de los años 70 y que se mantuvo hasta hace poco a la cabeza en el ranking de las petroleras del mundo.

Hoy en día, Pdvsa es una compañía que pierde empleados, produce cada vez menos petróleo y tiene una deuda cada vez más grande. La estatal petrolera muestra unas refinerías que operan al 40% de su capacidad y la paralización de más de la mitad de los taladros. Todo ello debido a la caída de 1 millón de bd de petróleo en apenas dos años.

Hubo que regalarle una refinería en Cuba a la estatal cubana Cupet en 2017, ya que no se podía honrar una supuesta deuda contraída por el gobierno de Maduro, ni se podía seguir suministrando petróleo para que lo refinaran en Cienfuegos.

Freites resaltó que un trabajador con experiencia de 25 años en la industria recibe un salario equivalente a 4 dólares mensuales, lo cual califica de injusto cuando se observa que un empleado de una empresa contratista de Pdvsa tiene un sueldo de entre 5,000 a 15,000 dólares al mes. “Esto es lo que estamos reclamando. Igualdad. Igual trabajo, igual salario”.

Desinversión, riesgo laboral

Acotó que también les preocupan los altos riesgos de seguridad industrial. “Otra de las causas de la migración, especialmente de gerentes y técnicos especializados es la obligación de mantener la operatividad de las plantas sea como sea”.

Pdvsa dejó de reportar todos los accidentes que se presentan dentro de las instalaciones de la industria. Sostiene que ante la falta de mantenimiento prevén una catástrofe tras la exigencia del gobierno de incrementar la producción petrolera sin antes ejecutar los trabajos necesarios.

“Si las refinerías tenían un riesgo antes de la llegada del general Manuel Quevedo a Pdvsa (el presidente de la estatal petrolera), ahora se incrementa al exigir en el Centro Refinador Paraguaná que se debe arrancar la planta estuviera como estuviera. Desconocen totalmente cómo es un proceso de refinación y cuáles son los protocolos de seguridad que se deben cumplir”, indica Freites.

Además, el líder sindicalista recordó que para incrementar la producción en 1 millón de bd se requieren aproximadamente 7,000 millones de dólares, recursos con los cuales no cuenta el gobierno de Maduro en la actualidad.

La situación de Pdvsa es tan crítica que hasta el representante sindical del chavismo en la industria, Wills Rangel, alertó sobre las consecuencias que esto ha tenido en los trabajadores. Afirmó que todo obedece a la falta de inversión en la estatal.

“La desinversión en su mantenimiento, en su productividad pero también la baja de los precios del petróleo que ha sido la más larga de los últimos años”, afirmó en una entrevista a un medio local.

Rangel confirmó la salida de trabajadores de la empresa. “Hay compañeros que han tomado la decisión de renunciar a la industria, entiendo para buscar nuevos empleos en otros países, esa es una posición de cada quien (…) La mayoría de los que estamos en la industria entendemos nuestro papel histórico y vamos a trabajar para elevar la producción. Tenemos para incrementar 400,000 bd de inmediato no 1 millón”.

El presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras del Petróleo, del Gas, sus Similares y Derivados de Venezuela (Futpv) dijo que no han podido culminar las negociaciones del contrato colectivo debido al cambio en la directiva de Pdvsa. En tres meses, la estatal ha tenido tres presidentes, siendo el último un militar: el mayor general Manuel Quevedo.

Esta corriente sindical solicita un aumento salarial de entre 120% a 140%. “Nunca fuimos ricos, nos administramos con nuestros salarios, tuvimos buena calidad de vida, pero en los últimos dos años ha sido salvaje para todos los petroleros, para todos los trabajadores venezolanos. La situación económica ha generado que se deje de pagar la cláusula de servicios médicos a las clínicas, lo que ha generado impedimentos a la hora de una emergencia de salud”.

El analista Rafael Quiroz, por su parte, recuerda que la anterior Pdvsa preparaba a sus trabajadores a través de becas en el exterior, pero hoy en día no hay recursos para ello. “Una práctica de recursos humanos en la industria era la de estimularlos a través de estudios fuera del país. Hoy Pdvsa tiene serios problemas para mantener la nómina”, sostiene.

Ahora le preocupa sobremanera este éxodo de personal calificado y de mano de obra: “Esto afecta mucho más la situación de Pdvsa. Recordemos que tiene una alta deuda con tenedores de bonos y proveedores, lo que le impide invertir en proyectos de exploración y producción, así como la reactivación de 20 mil pozos”.

Para el analista, Pdvsa está al borde de un colapso. En ese sentido, apunta que, desde que el general Quevedo asumió la presidencia, en un plazo de siete semanas se reportó una caída de 34 mil bd de petróleo. “Este año máximo se puede recuperar la producción en 200,000 bd, estamos lejos de alcanzar las pretensiones del gobierno de alcanzar el millón de bd y para ello se necesitan no menos de 13,000 millones de dólares”.

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