Un país con dictadura no tiene soberanía, por Juan Claudio Lechin

Un país con dictadura no tiene soberanía, por Juan Claudio Lechin

Juan Claudio Lechín
Juan Claudio Lechín

El ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba acaba de entregarle a Lawrence Gumbiner, representante diplomático norteamericano, una nota de protesta por “la violación flagrante de la soberanía cubana”. Es que los gringos implementaron el “Cuba internet task force” para promover la libertad de la web en la isla. Anteriormente, Google se ofreció para democratizar el internet pero los Castro lo mantienen bajo el monopolio de la transnacional china Huawei que les garantiza el control.

Llevo años escuchando a los sátrapas del mundo escudarse en la “soberanía” para frenar toda acción en su contra. La opinión pública, e incluso la opinión educada, parecen aceptar tácitamente que las tiranías se protejan con el concepto sacrosanto de soberanía. Pero los países con tiranías no tienen soberanía, por tanto, mal se la puede respetar.

La soberanía solía descansar en el rey y Él otorgaba una constitución a su medida. Así era el orden político de las monarquías. A partir del concepto de Francisco de Suárez, y de las revoluciones democráticas desde el siglo XVIII, la soberanía descansa en el pueblo y el pueblo vota una constitución que regirá al país. Así es el orden moderno y democrático. O sea, si no hay pueblo soberano no hay país soberano. Y, para redondear la idea, el pueblo es soberano cuando elige a su gobierno a través del voto sin coerción. No cuando un grupúsculo se abroga la representación popular por vía de la represión militar y policial como en Cuba, Venezuela y en Bolivia, donde el gobierno se niega a respetar el resultado del referéndum popular del 21F del 2017.





Cuba no puede alegar “violación de su soberanía” pues carece de ella. Por tanto, cualquiera puede hostigar a esta dictadura o invadir este país para el restablecimiento del soberano.