Angustia y desesperación, por José Luis Monroy

Angustia y desesperación, por José Luis Monroy

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Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.

Hola que tal mi gente, Según el filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre, no hay destino… El ser humano es únicamente consecuencia de lo que él mismo ha decidido ser y, por lo tanto, responsable radical del manejo de su libertad. Sartre también contempla que a la libertad la acompañan tres sentimientos: la angustia, el desamparo y la desesperación. La angustia es uno de los sentimientos más importantes.





La angustia es la aflicción, la congoja, la ansiedad, es la opresión, el dolor, el sufrimiento y, sobre todo, el temor. El temor, no el miedo común, por el contrario, la filosofía diferencia claramente el miedo de la angustia al señalar que el miedo es un sentimiento por algo concreto, por una amenaza o peligro específico que se relaciona con un daño o supuesto daño que la realidad nos puede infligir; la angustia, sin embargo, no tiene un motivo específico ni se produce a partir de ningún agente externo, la angustia es el miedo de uno mismo, de sus decisiones y de las consecuencias que esas decisiones puedan tener….

Dice bien Sartre… la angustia es la emoción o sentimiento que sobreviene a la conciencia de la libertad. Cuando uno se sabe libre, sabe también que todo depende de sí mismo y que sólo uno mismo es responsable de su vida… no hay excusas. Y ese temor se acrecienta cuando uno es consciente también de que su proceder será una pauta, no sólo para sí mismo, sino también para los demás, porque cada decisión es sólo personal, pero no lo son así sus consecuencias. Las consecuencias adquieren dimensión social, porque todo lo que elegimos determina también nuestro entorno. Así la angustia no se presenta en cualquiera, se presenta sólo en aquellos que son conscientes de la realidad, de su realidad y del poder que tienen sus elecciones. Porque quien es consciente, sabe que nada le es ajeno y que en su vida todo depende de él.

 

Como dice la amiga Paola Domínguez Boullosa. La angustia sólo acompaña a la persona que es consciente de la responsabilidad que implica su libertad. Los demás… los que huyen de sus responsabilidades, los que procuran no comprometerse, los que nunca eligen o incluso ceden su elección, no sufren angustia… sólo tienen miedo. La angustia surge ante la acción de la elección, el miedo surge de la parálisis, del quietismo, de la inacción.

El inconsciente no siente angustia, pero tampoco es tan libre como se siente ni elige tan libremente como cree elegir ni tampoco puede vanagloriarse, como muchas veces lo hace, por escabullirse de su responsabilidad, sencillamente porque es presa de un gran desconocimiento: la falta de conciencia sobre el poder que tiene sobre sí mismo y sobre la vida.

Por eso, hoy le invito a tomar la angustia como algo positivo porque, si es capaz de definirla, se dará cuenta de que usted es un ser consciente de su libertad y de la responsabilidad que eso implica. Elija mejor la angustia antes que el miedo… siempre podrá señalarle que avanza en su vida y que usted, y sólo usted, determina lo que ha de venir después. Si usted querido lector se siente angustiado por la situación que atraviesa nuestro país entonces usted será libre muy pronto, porque sabe que esto no será para siempre, esto pasara, pero usted  quedará para la historia como alguien que fue apto para salir adelante en medio de la crisis más cruel que haya vivido Suramérica, no lo olvide los más fuertes sobreviven.

A lo que más le teme el régimen es a la valentía de los ciudadanos; es su prioridad doblegar a quienes no retroceden ni dudan en enfrentarlos, y si usted tiene ese motor que es la angustia y la desesperación no lo lograra.

No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.

Recuerde que conciencia significa con conocimiento, con el conocimiento reflexivo de las cosas a partir de lo que se sabe, de las experiencias que se viven y, sobre todo, de los aprendizajes con los que cada uno se queda. Y es sólo a través de la conciencia que uno puede percibirse a sí mismo en el mundo y en la realidad, es a partir de ahí que se conoce a sí mismo y conoce su potencial, prioriza, cumple metas y alcanza objetivos… por eso no… no viva la angustia como un mal, sino como una celebración, ya que le demuestra que está vivo y se está eligiendo. Como siempre, usted elige.

 

 

#ElLIDEReresTU

 

 

@joseluismonroy