Emergencia Democrática (Parte IV), por José Luis Pírela

Emergencia Democrática (Parte IV), por José Luis Pírela

El diputado José Luis Pirela

En Venezuela la incertidumbre continúa en torno su futuro, el gobierno sigue ejecutando su plan de maniobras. La jefe de la casa del truco; Tibisay Lucena, recientemente anunció el cambio de fecha del 22 de abril al 20 de mayo; sin garantías suficientes que brinden confianza a los electores.

El Dictador Maduro anunció la apertura de la inscripción en los consulados exigiendoles carta de residencia a los venezolanos en el exterior, con la finalidad que no puedan inscribirse: son cambios gatopardianos, en lo que todo cambia y nada cambia.

La MUD anunció su rechazo a las pretensiones fraudulentas del plebiscito del régimen y la creación del gran Frente. La desconfianza hacia varios sectores opositores está estrechamente relacionada con tantos juegos y cálculos en momentos tan cruciales; el pueblo siente y manifiesta que por estar cada uno en lo suyo no se avanza hacia lo grande y con mucha razón, por lo que se requiere coherencia y celeridad.
Nada justifica la ausencia de una dirección unitaria frente a un gobierno rechazado por el 75% de los venezolanos y cada día más aislado en la comunidad internacional. ¿Hasta cuándo tanta irresponsabilidad? ¿Que están esperando para instalar el Frente? Para que conduzca el debate y la ruta de los demócratas en nuestro país. Mientras no tengamos dirección unitaria estrategia, plan y ruta, se dilapida la posibilidad de producir la derrota cotidiana de esta mafia dictatorial que secuestró las instituciones del Estado.

Este Régimen no cambió, ni cambiará las condiciones electorales, esta es otra distracción más, que se mantendrá hasta tanto se desarrolle una estrategia interna en la oposición que los obligue a hacerlo.

La falta de conducción del campo democrático coloca a una gran masa de ciudadanos en la disyuntiva de votar o no votar. Siempre hemos defendido la ruta electoral, pero en Venezuela no vamos a unas elecciones; se trata de un plebiscito que ganara Maduro con trampas y supuestos 10 millones de votos, hay que asumir los nuevos escenarios que se avecinan.

Henri Falcón está convencido de lo contrario y por eso se inscribió; está equivocado, pero no me sumaré a la campaña de improperios contra él, para repetir la injusticia cometida contra Jovito Villalba después del plebiscito de 1952; El responsable del desastre es Maduro y no Henri Falcón.

Esas elecciones son ilegítimas por estar planteadas en forma fraudulenta, la legitimidad de un proceso de elección popular no la otorga la presencia o no de candidatos, las dan unas elecciones libres, justas, en condiciones de participación igualitarias y con reglas claras.
La historia nos recuerda que Pérez Jiménez organizó una farsa similar el 15 de diciembre de 1957 y 38 días después huyó del país.

Los venezolanos tenemos una cita con nuestro destino y eso pasa por la derrota de los enemigos de la democracia; hace falta Unidad, para levantar la esperanza hacia un gobierno que sea garantía para la vida, la propiedad y la convivencia.
Esta compleja coyuntura demanda conductas de trascendencia histórica, con sentido crítico, autocrítico y propositivo. Basta de sectarismo, pequeñeces y ejercicios de simulación.

Hace falta un plan de acción, el no acudir a votar no significa la inacción absurda observada el día de la elección fraudulenta de la ANC, ni las tertulias alicoradas de algunos para tumbar el gobierno hablando paja. Se trata de acciones contundentes y coherentes contra este plebiscito fraudulento.
@joseluispirelar.
Diputado a la Asamblea Nacional.

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