Los colombianos votarán para el legislativo pensando en las presidenciales

(foto archivo)
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Los colombianos van a las urnas el 11 de marzo para elegir a los 102 senadores y 166 Representantes a la Cámara en unos comicios marcados por la violencia y la intolerancia que mostrarán la fuerza de los partidos políticos para las presidenciales del 27 de mayo.

La campaña ha transcurrido en medio de agresiones, incluso físicas, de las que deberían ser las elecciones más tranquilas de la historia reciente de Colombia por la firma del acuerdo de paz con las FARC, que durante décadas fue un factor desestabilizador de la política nacional.





En una de las acciones más graves, nueve personas quedaron heridas el pasado sábado en Segovia, municipio del departamento de Antioquia (noroeste), por la detonación de un explosivo durante el acto de cierre de campaña de la senadora Olga Suárez y del candidato a la Cámara Horacio Gallón, ambos del Partido Conservador.

La polarización que vive el país desde las elecciones presidenciales de 2014, que se exacerbó en 2016 con el plebiscito del acuerdo de paz, llegó al paroxismo en la actual campaña en la que de las ofensas verbales se ha pasado a las agresiones físicas a candidatos en diferentes partes del país.

Lo que está en juego el próximo domingo es la composición del legislativo, pero los ojos de los políticos y la opinión pública están puestos en la incierta campaña presidencial en la que hay al menos cuatro candidatos con posibilidades de triunfo aunque ninguno de ellos con fuerza suficiente para tomar distancia de los demás.

Eso se debe en parte a que candidatos presidenciales como el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, el senador uribista Iván Duque, o los exalcaldes Gustavo Petro, de Bogotá, y Sergio Fajardo, de Medellín, se han llevado el protagonismo con su intensa campaña para apoyar a sus fichas para Senado y Cámara.

Según las autoridades electorales, un total de 2.951 candidatos se inscribieron para estas elecciones, de los cuales 1.114 aspiran al Senado y 1.837 a la Cámara.

Estos comicios son cruciales porque definirán el apoyo que el próximo presidente tendrá para gobernar en un legislativo cuya novedad será la presencia asegurada de diez miembros de la antigua guerrilla de las FARC, cinco en cada cámara, independientemente del número de votos que obtengan, porque así se pactó en el acuerdo de paz.

Los candidatos de las FARC han sido los que más demostraciones hostiles han recibido en la campaña por parte de diferentes sectores, que no aceptan que lleguen al legislativo sin haber respondido antes por los crímenes que cometieron.

El nuevo Congreso instalará su periodo de sesiones el próximo 20 de julio y entre sus tareas tendrá justamente la aprobación de las leyes que faltan para la aplicación del acuerdo con las FARC que no se alcanzarán a completar en la actual legislatura.

Las dos últimas encuestas vaticinan que uno de los partidos que saldrá fortalecido de las elecciones del domingo será el Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, que puede ganar como mínimo los mismos 20 senadores que tiene actualmente.

Otro partido al que los sondeos proyectan un aumento del caudal electoral es Cambio Radical, que apoya a Vargas Lleras y que podría pasar de los nueve senadores actuales a 14, mientras que el Conservador obtendría los mismos 18.

Eso significa que esas tres fuerzas de la derecha tendrían en conjunto la mitad del Senado.

Por el centro, el Partido Liberal, uno de los tradicionales de Colombia, tiene la segunda intención de voto después del Centro Democrático, lo que le permitiría mantener los 17 senadores actuales.

En cambio, el Partido de la U, al que pertenece el presidente Juan Manuel Santos y que ha perdido peso político hasta el punto de que decidió no tener candidato a sucederle, reduciría su representación en el Senado de 21 a 15 miembros, según los sondeos.

El resultado de las legislativas abrirá las puertas a la conformación de alianzas para las presidenciales en las que se plantea una inédita y reñida disputa entre la izquierda y la derecha para gobernar al país. EFE