Emilio Nouel: Que esperen bien sentados la venida de la ONU a la farsa electoral chavista

Emilio Nouel: Que esperen bien sentados la venida de la ONU a la farsa electoral chavista

Emilionouel

En el marco del acuerdo de “garantías electorales” al que habría llegado el ex gobernador Henri Falcón con Maduro de cara a las elecciones ilegitimas y viciadas del mes de Mayo próximo, se señala la supuesta participación de las Naciones Unidas en el evento.

En ese documento se habla de negociar un acompañamiento de esta organización, no de realizar una observación electoral, como debe ser, la cual implicaría una evaluación de la integridad del proceso o una validación del mismo, tal y como lo establecen los criterios de la ONU.





Falcón ha subrayado este asunto en algunas de sus entrevistas, y ha dicho que eso constituiría una mejora importante en las condiciones electorales. Como si tal acompañamiento seria garantía de algo.

Debo recordar al ex gobernador, que las NN.UU sobre el tema electoral ha establecido unos principios y procedimiento a seguir.

Ese ente internacional, a través de su División de Asistencia Electoral (DAE), presta, por un lado, asistencia técnica para construir sistemas electorales “creíbles y sostenibles”, y por otro, su concurso en la observación y evaluación de procesos electorales concretos. La figura del “acompañamiento”, que el ex gobernador pondera como avance, no existe.

En el caso de la observación, el país interesado, es decir, la autoridad gubernamental corresppondiente,  deberá hacer una solicitud con 4 meses de antelación a la fecha del evento electoral, y la aprobación de tal pedimento lo hace nada menos y nada más que el Consejo de Seguridad o la Asamblea General de la organización.

Claro, ha habido casos especiales, en que tal plazo se ha soslayado y solo se envía un representante cuyo informe es considerado “insustancial”,  simbólico, toda vez que una valoración integra del proceso en cuestión debe cumplir unos requisitos sustantivos que en estas situaciones excepcionales, obviamente, no pueden cumplirse.

Así que si las NNUU vinieran a las elecciones venezolanas, cosa que dudo mucho que suceda, no podrían hacer ninguna valoración seria y responsable acerca de ellas, ni siquiera emitir una opinión.

Por otro lado, en días pasados, un funcionario que está a cargo de uno de los departamentos que formaría parte eventualmente de misiones de observación electoral, el Alto Comisionado de los DDHH, señor Al Hussein, ha declarado sentirse alarmado sobre la situación de violación de los derechos humanos en nuestro país y afirmó que no se reúnen “las mínimas condiciones” para celebrar elecciones presidenciales.  Mal podrían entonces prestarse las NN.UU a participar, habida cuenta de tal opinión y del trámite que hay que adelantar.

Si el señor Falcón está contando con ello, le recomiendo entonces que espere bien sentado la participación de ese organismo internacional.

Mientras tanto, que se baje de esa nube y vaya preparando el discurso de la derrota; será como el que pronunció al perder por bastante diferencia en su Estado hace varios meses. Ténganlo por seguro, aun en la muy remota carambola de que pudiera ganar las elecciones, el gobierno no lo reconocería. Y no tendría ni siquiera como demostrar la trampa, hasta Smarmatic tomó las de Villadiego. Tendrá el mismo destino que Andrés Velásquez en Bolívar, cuyas actas de elección que le daban el triunfo no valieron para nada ante la arbitrariedad y la impudicia del gobierno.

El acuerdo que firmó con Maduro no da garantías reales de nada. No nos engañemos, ni se engañe a pobres incautos ciudadanos que andan desesperados deseando salir de la tragedia que nos agobia. Como dicen por allá en Yaracuy: el que vive de ilusiones muere de desengaños.

Ojala que los que andan vendiendo fantasiosos e imposibles triunfos, recapaciten y se incorporen de manera unitaria a la lucha ciudadana por lograr justas y transparentes condiciones electorales.