La Renuncia de Maduro, una opcón válida… por @CarmonaBorjas

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El desastre nacional no tiene nombre. La quiebra total, material y moral se apodera de lo que fue una nación próspera, con futuro, en la que los ciudadanos pensaban en un mejor mañana.
El secuestro de las instituciones y de sus recursos, de los venezolanos todos, pareciera no tener salida por ahora. El control civil y militar del régimen, instrumentado por las fuerzas invasoras cubanas, consentida por los traidores inmorales, ahoga cualquier posibilidad de solución a la gravísima crisis, más bien catástrofe, que nos hunde en la miseria.
Sin embargo, el país democrático, dentro y fuera, continúa organizándose, preparándose para el cambio que, a pesar de la oscuridad, se vislumbra en el mediano plazo. Una transición comienza por debajo, discretamente. Las fuerzas se organizan para enfrentar ese mañana que está más cerca, mucho más cerca de lo que muchos, más en el régimen, se imaginan.
Por la vía electoral sabemos que no es posible. Por la negociación, tampoco. El Chavismo no entiende los procesos de negociación y de acuerdos entre las partes. Solo la imposición guía su actitud ante la catástrofe. Por la vía externa, es decir, por una intervención humanitaria o militar, aunque deseada por muchos, como nunca antes, también es difícil. Sabemos que es una acción compleja que requiere el consenso internacional e incluso, si se hace fuera del marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se requiere un consenso nada fácil de obtener, aunque todos los gobiernos, principalmente los demócratas de la región saben ante qué tipo de régimen están y qué significa para la paz y la estabilidad de la región. Al explosivo de la dictadura se le unen otros delitos graves como el apoyo al terrorismo, el narcotráfico, la corrupción.
La renuncia de Maduro puede ser la vía más expedita y segura, menos traumática, para salir adelante. Claro está que Maduro no es lo suficientemente inteligente y honesto como para negociar su salida a través de una renuncia. Pero quizás esa decisión no dependa de él nada más, a lo mejor los militares pudieran darle un sentido patriótico al acto sacrificado del dictador quien podría salir por la puerta del medio, nunca con gloria, pero tampoco con las tablas en la cabeza, aunque muchos lo quisieran.
La renuncia de Maduro es una auténtica posibilidad. Sus militares ya lo piensan. Muchos de los suyos, civiles beneficiados, también. Salvar el pellejo a tiempo siempre es una opción, a lo mejor única.
Robert Carmona-Borjas