Ambulatorios afectados por el vaiven de la electricidad en Trujillo

Ambulatorios afectados por el vaiven de la electricidad en Trujillo

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Los apagones, dos veces al día, han puesto a brincar al personal de la red de ambulatorios de Valera. Las citas y los estudios con aparatos eléctricos son reprogramados a horarios con luz, reseña el Diario Los Andes.

La red asistencial de salud no escapa a los embates de la energía eléctrica. Al contrario, es el sector más afectado por este problema. En un recorrido realizado por algunos Centros Médicos de Diagnóstico Integral (CDI) de la ciudad, se constató que los pacientes son atendidos en el 100% de los servicios, solamente si hay luz. De resto, sus citas o estudios son reprogramados a otros horarios.

Planta para lámparas

Daniel Fajardo, médico general del CDI Dr. Alán Delfín, del sector Plata III, explicó que en este centro de salud, como sucede en otros, funciona con una planta eléctrica. Sin embargo, esta no es suficiente para mantener activos los equipos médicos para rayos X, ecografías, o los implementos del laboratorio. Esto se debe al bajo voltaje generado. “Se pueden encender, pero se corre el riesgo de averías. Por los momentos, solamente funciona para la iluminación” manifestó el doctor.

En este ente de salud, donde se atienden emergencias y especialidades como oftalmología, el servicio de electricidad es suspendido dos veces al día. A veces se va por 4 horas y otras por más tiempo. Afortunadamente, la planta está operativa y no los deja a oscuras. Situación que sí ocurre en el CDI de El Milagro, cuya planta está descompuesta. La licenciada Dora González, encargada de la administración, relató que se quedan en penumbras cada cuatro horas.

De acuerdo a su relato, el generador de energía tiene la batería dañada y, pese a haber pedido una nueva, el ente gubernamental responde que no hay presupuesto para su adquisicion. Este repuesto tiene un precio de 4 millones de bolívares.

Diábeticos afectados

Para Gónzalez lo preocupante de los cortes de luz no es quedar en la oscuridad, sino las consecuencias en la salud de los pacientes. Este CDI tiene una sala de cura para los diábeticos, la cual posee un aire acondicionado con una temperatura constante de 17 grados centígrados. No obstante, cuando hay un bajón, este ambiente se ve afectado y no pueden realizar curas a las personas, debido al riesgo de proliferación de bacterias. “Los atendemos un día sí y un día no, desde hace 15 días. Antes de las fallas, el servicio era diario” explicó la dama.

Igualmente, en este populoso sector, los servicios de endoscopia, oftalmología, rayos x, laboratorio y terapia intensiva han debido suspenderse o prestarse a medias. Las citas se reprograman y los pacientes hospitalizados, 8 en total, pasan calor durante los apagones. Además, la inseguridad los asedia. En estos 15 días de vaivenes de luz, ha habido 6 robos dentro de las instalaciones.

En ese sentido, a modo preventivo, cierran sus puertas en las noches. Pero no todos los ambulatorios están en esta situación, hay algunos, como el Ambulatorio de Santo Domingo, donde atienden con normalidad a sus comunidades.

David Matos, médico coordinador de esta institución, admitió que atienden a los pacientes como siempre, pues ellos se encargan de ofrecer consultas en médicina general, pediatría, ginecostetricia, odontología (solamente extracción de muelas por limitaciones con el equipo) y desarrollo social. No poseen planta y cuando no hay luz, simplemente reprograman las citas.

 

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