Lo que una vez fue el orgullo y la alegría de Venezuela, Pdvsa, está en quiebra. La estatal petrolera venezolana no está pagando a los tenedores de bonos, al menos en algunos asuntos, y el gobierno se está quedando sin dinero. Si los socialistas dentro de Caracas continúan pagando a Wall Street o usan el dinero para importar alimentos y medicinas aún está por verse. Es probable que se sepa más pronto que tarde. El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela efectivamente han empujado a este país al subsuelo.
Kenneth Rapoza / Forbes
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
“Venezuela y Pdvsa ya han incumplido con los tenedores de bonos, (y) la crisis del flujo de efectivo ahora amenaza la máxima prioridad del alquiler, los ingresos por corrupción para los militares”, escribe Siobhan Morden de Nomura Securities en su última nota a los clientes.
Además, el colapso en la producción de petróleo, las sanciones y los riesgos de litigio se suman a las restricciones de flujo de efectivo en curso que son el desencadenante final de una transición política.
La mayoría de la gente cree que una transición política significa que Nicolás Maduro se vaya de la presidencia, pero su partido, el Psuv, se mantiene en el poder.
“Creo que Trump intentará aumentar las sanciones en la Cumbre de las Américas”, dice Peter Schechter, anfitrión del podcast enfocado en política exterior Altamar. Fue director del Adrienne Arsht Latin America Center en Washington.
Schechter considera que las sanciones sobre los tipos de crudo venezolano o la sanción de Citgo, una filial estadounidense de Pdvsa podrían venir después. Las personas de alto nivel ya son sancionadas por derrocar la autoridad del Congreso de la nación y crear un comité de partidarios pasivos en su lugar. Y por la actual crisis humanitaria que ahora se extiende a los países vecinos, principalmente a Colombia.
Los amantes de los activos en dificultades y los tenedores de bonos de mercados emergentes han estado comprando y manteniendo Pdvsa durante gran parte de los últimos dos años, esperando que Maduro no gane un segundo mandato en noviembre de 2018. Pero Maduro ha convocado elecciones anticipadas, ahora programadas para el 20 de mayo y ha prohibido la participación de líderes de oposición de primera línea.
Los riesgos aumentarán hasta mayo a medida que el país siga desangrando su efectivo.
“Será cada vez más difícil para el presidente Maduro sobrevivir al estrés del flujo de caja, mientras que Estados Unidos finalmente tendrá el poder a través de sanciones o litigios del sector comercial”, dice Morden.