Dolor de espalda en el trabajo

Dolor de espalda en el trabajo

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Un hombre de negocios sentado al escritorio con dolor de espalda. Levantar objetos pesados, realizar movimientos repetitivos y permanecer sentado en un mostrador todo el día puede tener un impacto negativo en la espalda. Infórmate acerca del dolor de espalda en el trabajo y cómo prevenirlo. Así lo reseña privatewallmag.com





El dolor de espalda, sea sordo y constante o agudo y punzante, puede dificultarte la concentración en el trabajo. Lamentablemente, muchos trabajos (como el de los enfermeros, los obreros de la construcción y los trabajadores de fábricas) pueden exigir demasiado de la espalda. Incluso el trabajo de oficina diario puede causar dolor de espalda o empeorarlo. Comprende cuáles son las causas del dolor de espalda en el trabajo y cómo prevenirlo.

Causas frecuentes de dolor de espalda en el trabajo

Son varios los factores que pueden contribuir a sentir dolor de espalda en el trabajo.
Por ejemplo:

Fuerza

Ejercer demasiada fuerza con la espalda, como levantar o mover objetos pesados, puede provocar lesiones.

Repetición

La repetición de determinados movimientos, en especial, los que suponen torcer o rotar la columna vertebral, puede lesionar la espalda.

Inactividad

Un trabajo inactivo o de escritorio puede contribuir a generar dolor de espalda, sobre todo si tienes una mala postura o si estás todo el día sentado en una silla con respaldo inadecuado.

Dolor de espalda y factores de estilo de vida

Por supuesto que factores como el envejecimiento, la obesidad y un mal estado físico también contribuyen al dolor de espalda. Sin embargo, pese a que no puedas controlar la edad, sí puedes concentrarte en mantener un peso saludable, lo que minimiza la tensión sobre la espalda.

Comienza por una dieta saludable. Asegúrate de consumir suficiente calcio y vitamina D. Estos nutrientes pueden ayudar a prevenir la osteoporosis, una afección que hace que los huesos se debiliten y se vuelvan frágiles, además de ser la causa de muchas fracturas de hueso que derivan en dolor de espalda.

Combina ejercicios aeróbicos, como la natación o las caminatas, con ejercicios que fortalezcan y estiren los músculos de la espalda y del abdomen. Los ejercicios que mejoran el equilibrio y la fuerza también pueden reducir el riesgo de que te caigas y te lesiones la espalda. Considera el taichí, el yoga y los ejercicios de levantamiento de pesas que ponen a prueba tu equilibrio.

Para la mayoría de los adultos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda un mínimo semanal de 150 minutos de actividad aeróbica moderada o de 75 minutos de actividad aeróbica intensa (con preferencia distribuidos en el transcurso de la semana), así como ejercicios de fortalecimiento muscular.

Además, si fumas, deja de hacerlo. El tabaquismo reduce el flujo de sangre hacia la zona lumbar, lo que puede contribuir a la degeneración de los discos intervertebrales y hacer más lenta la recuperación de las lesiones en la espalda. La tos que produce el tabaquismo también puede causar dolor de espalda.

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