Julia Skripal, hija del exespía ruso, es dada de alta

Julia Skripal, hija del exespía ruso, es dada de alta

Foto: Julia Skripal, hija del exespía ruso / Reuters
Foto: Julia Skripal, hija del exespía ruso / Reuters

 

La hija del exespía ruso Serguéi Skripal ha sido dada de alta tras ser envenenada en marzo con un agente nervioso en la localidad británica de Salisbury junto a su padre, cuyo estado de salud continúa mejorando, reseña EFE.

La directora médica del hospital Salisbury District, Christine Blanshard, confirmó hoy que Yulia Skripal abandonó el centro aunque sin precisar la fecha ni aportar información sobre su paradero, aunque la BBC reveló que fue llevada ayer a un lugar seguro.

En el mismo hospital permanece ingresado el antiguo agente doble, aunque su estado ha mejorado y se espera que pueda abandonar la unidad médica “a su debido tiempo”, según la directora.

Tras conocerse la noticia, la embajada de Rusia en Londres expresó su satisfacción por la recuperación de Yulia Skripal, pero, al tratarse de una ciudadana rusa, exigió “pruebas urgentes” de que el tratamiento al que fue sometida ha sido bajo su consentimiento.

Los Skripal fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial de Salisbury el pasado 4 de marzo tras ser intoxicados con un agente nervioso del tipo Novichok, de fabricación militar, según las autoridades británicas, que han culpado a Rusia de este ataque.

Blanshard explicó, en un comunicado leído ante el hospital, que Yulia Skripal aún necesita atención médica por el impacto del agente nervioso, aunque su recuperación “supone un hito significativo”.

El agente de policía Nick Bailey, que atendió a los Skripal cuando enfermaron en la calle, debió ser también hospitalizado son síntomas de envenenamiento, pero fue dado de alta el pasado 22 de marzo, indicó la directora médica.

“Los tres habían sido expuestos a un agente nervioso, un químico altamente tóxico cuyo objetivo es impedir que funcione el sistema nervioso”, afirmó Blanshard, quien explicó que los síntomas del envenenamiento son náuseas y alucinaciones.

“Nuestro trabajo en el tratamiento de los pacientes fue estabilizarles, asegurar que pudieran respirar y que la sangre pudiera seguir circulando. Necesitamos utilizar una variedad de diferentes fármacos para ayudarles hasta que ellos pudieran crear más enzimas que pudieran reemplazar a las afectadas por el envenenamiento”, agregó la misma portavoz.

Según los expertos, el Novichok impide que las llamadas enzimas acetilcolinesterasas, que se encuentran en los tejidos nerviosos y ayudan a mantener el corazón activo, funcionen normalmente.

Con el tiempo, el agente nervioso es excretado por el cuerpo y se crean nuevas enzimas, de modo que lo importante es tratar de conseguir que el paciente viva lo suficiente para que se produzca ese proceso, añadieron los médicos.

En su nota divulgada la semana pasada, Yulia Skripal, de 33 años, agradeció a la gente por interesarse sobre su estado de salud e hizo una “mención especial” a “las personas de Salisbury” que les ayudaron cuando se encontraban “incapacitados”.

La hija del antiguo agente ruso dijo que su estado de salud había mejorado y que cobraba fuerza cada día.

Según la BBC, Yulia Skripal está en un lugar seguro en el Reino Unido mientras se evalúa la mejor manera de protegerla en el futuro, si bien algunos medios británicos indicaron, en los últimos días, que podría ser llevada a Estados Unidos bajo una nueva identidad por tratarse de un país donde es más fácil la protección.

Tras el envenenamiento en Salisbury, el Gobierno británico sostuvo que Rusia es “muy probablemente” responsable del mismo, una vez que se identificó la sustancia utilizada como un agente nervioso.

El Gobierno de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, decidió expulsar el mes pasado a 23 diplomáticos rusos, mientras que Moscú hizo lo mismo como respuesta.

Poco después, catorce países de la Unión Europea (UE), así como Estados Unidos, Canadá y Ucrania, también decidieron expulsar diplomáticos rusos en solidaridad con el Reino Unido.

Rusia ha negado en todo momento la autoría del ataque, pero el Ejecutivo londinense insiste en que sus conclusiones están basadas en los análisis hechos por el laboratorio militar de Porta Down, en el condado de Wiltshire, cerca de Salisbury, y en información procedente de otras fuentes. EFE

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