Francia apuesta por el proceso político en Siria tras los ataques

French President Emmanuel Macron delivers a speech during the Artificial Intelligence for Humanity event in Paris, France, March 29, 2018. Etienne Laurent/Pool via Reuters
French President Emmanuel Macron. Etienne Laurent/Pool via Reuters

Francia quiere relanzar el proceso de salida de crisis en Siria tras los ataques occidentales llevados a cabo este sábado contra el régimen sirio, apostando por una vía que también interesa a Rusia, aliado indefectible de Damasco.

“No podemos tolerar la banalización del empleo de armas químicas”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, poco después de que se escucharan las primeras explosiones en Damasco, el sábado al amanecer.

“Estamos dispuestos a trabajar desde ya con todos los países que puedan contribuir”, dijo por su parte Jean-Yves Le Drian, el ministro francés de Exteriores, tendiendo la mano a Moscú unas horas después de los ataques.





París desea “trabajar seriamente” con Rusia para alcanzar “una solución política”, subrayó el Palacio del Elíseo. La visita de Macron a Rusia a finales de mayo se mantiene en la agenda.

A la vista de las primeras reacciones rusas tras los ataques de Estados Unidos, Francia y Reino Unido, parece una propuesta muy ambiciosa.

Para el embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov, los ataques son un “insulto para el presidente ruso”, Vladimir Putin.

Siria fue golpeada “en un momento en que tenía posibilidades de un futuro pacífico”, lamentó la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova.

Tras Alepo y Homs, el régimen, apoyado militarmente por Rusia e Irán, recuperó el 12 de abril el enclave de Guta Oriental y ya controla 60% del territorio.

Según diplomáticos y expertos, el siguiente paso sería la gran provincia que aún está bajo control de rebeldes y yihadistas, Idlib (noroeste) y la zona de Deraa (sur).

– “Flagrante fracaso” –

Rusia apoya sin fisuras a su aliado a pesar de las repetidas violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el alto al fuego y el acceso de ayuda humanitaria a las poblaciones asediadas y hambrientas.

También puso en marcha su propio proceso político de resolución del conflicto, con Irán y Turquía, comprometiendo el patrocinado por la ONU, en punto muerto desde hace meses.

Según los occidentales, Vladimir Putin no obtuvo los resultados esperados en la conferencia de paz entre las partes sirias celebrada en enero en Sochi.

“Sochi fue un flagrante fracaso (…) Todo el mundo está un poco en punto muerto en el proceso político”, señala un responsable francés.

Según Ziad Majed, politólogo de la Universidad Americana de París, los ataques podrían, paradójicamente, relanzar el proceso de paz al mostrarle al Kremlin la determinación de los occidentales.

“Los rusos no llegan a una conclusión política, incluso aunque militarmente estén ganando”, dijo a la AFP, recordando que los kurdos, apoyados por Estados Unidos, controlan aún el noreste del país y que los turcos también tienen un papel sobre el terreno.

– Terminar con la guerra –

“Las negociaciones serán cada vez más decisivas si los rusos entienden que, en esta ocasión, los occidentales no juegan en la ambigüedad y las dudas y que quieren a toda costa terminar con [la guerra] en Siria”, apunta.

En su opinión, los rusos pueden “hacer más compromisos que los iraníes porque utilizan a Siria para regresar a la escena internacional y para mantener un aliado regional, que pueden sustituir por otro”.

Los iraníes están en una lógica regional de “continuidad territorial de Teherán a Beirut pasando por Bagdad y Damasco” para asegurar la provisión de armas de su poderoso aliado libanés, la milicia chiita de Hezbolá, explica.

Aunque refuta la eficacia de los ataques, Didier Billion, director adjunto del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París, también ve una “ventana diplomática” para relanzar el proceso político.

“Los ataques no sirven militarmente para nada y aumentan las tensiones”, dice a la AFP. “Los momentos de tensión suelen traer lo peor, pero también pueden traer lo mejor”.

Considera que para eso hace falta una voluntad fuerte de varios países, empezando por los miembros del Consejo de Seguridad. “Pero seamos prudentes, porque con Siria nos decepcionamos varias meces”, advierte. AFP