“…un necio no puede ser autoridad” Simón Bolívar 12/3/1823 Por @paraguanamalio

“…un necio no puede ser autoridad” Simón Bolívar 12/3/1823 Por @paraguanamalio

José Amalio Graterol Jatar @paraguanamalio
José Amalio Graterol Jatar @paraguanamalio

 

Mis primeros recuerdos de la escuela  en relación al decorado del salón de clases son: el crucifijo en el centro, a la izquierda una imagen de Simón Bolívar y a la derecha el escudo de Venezuela. Nuestros maestros y profesores nos inculcaron respeto y admiración por el padre de la patria, patrimonio de todos los venezolanos: el caraqueño inmortal, el hombre de las grandes dificultades y hazañas, de pensamiento libertario, el hacedor de patrias libres.

En este nefasto período político, económico  y social que nos ha tocado vivir, se ha creado una imagen deformada de Simón Bolívar que no pertenece a la historia de El Libertador, han retorcido su pensamiento transformándolo en “socialista chavista” a la brava, sin correspondencia alguna con su  pensamiento político y social, el cual está plasmado en sus obras completas. Hasta sus restos fueron profanados para cambiarle, con unos médicos extranjeros tramposos, el rostro, para hacerlo parecido al jefe de todo este complot político, que nos ha transformado en lo que El Libertador dijera en el manifiesto de Cartagena:”yo soy, granadinos un hijo de la infeliz Caracas escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas y políticas…”





Mayor infelicidad que esta no ha habido en nuestra historia,  los venezolanos pasamos hambre y todo tipo de privaciones. No hay justicia ni judicial, ni social, sin seguridad, sin soberanía arrancada por miles de convenios con países que no nos respetan, ni son amigos de Vejezuela. El sistema de salud inoperante e ineficaz en grado máximo para seguir la conseja cubana de que ellos son los mejores médicos del mundo. Retrocedimos en salud y ahora hay difteria, sarampión lechina, tuberculosis, paludismo, mal de chagas, fiebre amarilla, enfermedades erradicadas por los eminentes médicos venezolanos, las venéreas propagadas como nunca y hasta las enfermedades leves matan venezolanos, por falta de medicamentos. El cáncer y las enfermedades renales atacan  inclementemente a la población, ya que los médicos cubanos tratan rudimentariamente esas enfermedades, como en los años cuarenta del siglo 20 y para muestra los graves errores clínicos que cometieron con el propio Hugo Chávez, único jefe de estado en pleno siglo 21, deformado y muerto en funciones, en tan incompetentes manos, vulgar maquinaria política que no cumple el juramento hipocrático.

Muchos de nuestros médicos, excelentes profesionales, fueron  aventados de la nación, para preferir extranjeros presentados como milagrosos, y esos médicos que fueron expatriados fueron  recibidos con beneplácito en todas partes, por ser eficientes científicos, humanitarios y buenas personas. Mientras tanto nuestras mujeres están pariendo en condiciones infrahumanas y Maduro se ufana torpemente del plan parto humanitario, recibiendo niños en cajas de cartón,  muriendo muchos de ellos a mengua o de desnutrición. Nuestros ancianos humillados y perseguidos y todo en nombre de un Bolívar de embuste, hasta en la imagen falsificada,, cuyo pensamiento adulteran forjan y transforman en una comedia sin sentido, llena de necedad

Hoy como respuesta a nuestros males el gobierno recurre a la simpleza de hablar de guerra económica y cuando nos someten al calvario de la falta de efectivo y nos arrojan a manos de los bachaqueros, “descubren” uno o dos camiones cargados de billetes para  echarle la culpa torpemente a intereses de países vecinos que se benefician con el valor del papel del cono monetario venezolano, que vale más que su valor facial. Desde que la civilización estableció la moneda, en la historia del mundo, no ha habido nada más estólido que el decreto contra el billete de cien bolívares, otra falaz batalla, afirmando sería recogido en tres días y que ya se acerca  a los dos años de sobrevivencia mediante decretos de prorroga cada sesenta días y ahora pretenden una nueva reconversión monetaria para frenar la inflación que crearon a tontas y locas, jugando con la vida de todo un pueblo.

La riqueza petrolera, el oro, el hierro, el coltán, el agua  las reservas ecológicas que son nuestras y de la humanidad, han sido destruidas en medio de un jolgorio en el cual se corean orgullosamente: “Así, así es que se gobierna” y se aplauden, se felicitan, se abrazan y se dicen “tremendos gobernantes” con el corazón “henchido de patria” y poniendo cara de héroes.

Hasta  la “lucha” contra la corrupción la han vuelto una opereta bufa, la Contraloría sancionó por ejemplo a María Corina Machado y la inhabilito para ser diputada por haber  declarado Novecientos bolívares de cesta ticket en un rango que no les pareció y Rafael Ramírez que distrajo y se hizo de miles de millones de dólares solo fue descubierto en su corrupción activa, cuando Maduro le perdió la confianza que durante muchos años le brindaron Chávez y el mismo, quien lo designo eximio representante de “lujo” ante las Naciones Unidas.

Es tiempo de rescatar el pensamiento de Bolívar quien señaló con claridad: “Huid del  país donde uno solo ejerza todos los poderes: es un país de esclavos” (2/1/1814) de allí la gran diáspora venezolana, ahora regados por todo el mundo huyendo de la dictadura anti humana, como diría Bolívar “escapados prodigiosamente”, pero lo más grave  es que ese quien ejerce todos los poderes actúa con necedad y se le aplica la frase con la cual inicie este comentario” un necio no puede ser autoridad” expresión radical de Simón Bolívar.

Hay que rescatar  los valores nacionales y volver a ser un país libre con  dignidad y verdaderamente soberano, queremos patria, ¡SI! la venezolana, no la intervenida por cubanos, iraníes, rusos,  chinos y cuanto extranjero quiera apropiarse de nuestras riquezas. Queremos la patria que soñó Bolívar y no el remedo de nación humillada que hoy ve morir de hambre y a mengua  sus hijos, mientras los necios se vanaglorian de su obra, inmensamente ricos y el mundo los rechaza con horror.

José Amalio Graterol jatar