Hoy 5 de mayo se cumplen 200 años del nacimiento de Carlos Marx (1818-1883). Hay que reconocer que después de la aparición del Cristianismo no ha conocido Occidente otro “ismo” de tanta proyección como el asociado a su nombre (Marxismo). El carácter universal que dio a su ideología, futuro socialista para todos los países del planeta, atrajo seguidores en todo el mundo.
Pero sería la materialización del primer Estado socialista en Rusia que eliminó la propiedad privada, lo que contribuiría a su prestigio. El Marxismo, al ver cumplida su profecía, reclamó para sí el status de ciencia y que no era una ideología. Pretendió ser la única ciencia social y que había destronado y sustituido a las ciencias sociales burguesas. Así el “Socialismo Científico”, la frase de Marx, se convirtió en la clave que garantizaba a los partidos comunistas la conquista del planeta.
La desaparición de la URSS en 1991 significó la mayor derrota para el Marxismo: era la demostración de que nunca existió el Socialismo Científico. A partir de aquel año, lo que comenzó a ocurrir fue algo inédito y contrario a la teoría marxista: la transición del socialismo al capitalismo en la URSS y en Europa Oriental
El socialismo es propiedad intelectual de Marx, no existe el socialismo bolivariano
Marx no fue gobernante de ningún país socialista. Cierto, pero la eliminación de la propiedad privada propuesta por él siempre condujo a un estado totalitario manejado por una Nomenclatura y caracterizado por la esclavitud y la miseria. Igual resultado ha producido en Venezuela.
Pero, el asunto al que queremos referirnos en la Venezuela actual es otro. El asunto es que ¡se ha expropiado el socialismo del patrimonio intelectual de Marx!
Primero el fallecido presidente Chávez, luego Maduro y una legión de funcionarios militares y civiles hablan del socialismo, como si nadie antes de ellos lo hubiese dicho o intentado hacer realidad. Con la frase “Socialismo del Siglo XXI”, piensan, y así lo difunden, que ellos han producido una construcción conceptual original de Venezuela para el mundo. Su objetivo es la manipulación. Decir que su socialismo es “prosperidad”, “democracia de panas”, “participativo”, “protege a los pobres”, “feminista”, “contra las élites”, etc.
La apropiación indebida es aún más chocante, cuando dándoselas de ideólogos gritan la consigna: “Socialismo Bolivariano”, que es como profesar un ateísmo creyente en Dios. Si nos atenemos su escrito contra el Libertador -donde lo pintaba como “delator”, “cobarde”, “incompetente estratega militar”, “dictador”- Marx consideraría una ofensa superlativa que se enlazara en una frase al Socialismo con Simón Bolívar.
En relación a Marx y el socialismo, el punto que ahora pretendemos resaltar es aparte de su prejuiciado escrito en contra del Libertador y de su fracaso predictivo representado en la muerte del socialismo, sin posibilidad de resurrección, en 1991. El punto aquí es que, en defensa de su legado como escritor universal, resulta inaceptable que se expropie y plagie su propiedad intelectual con las baratijas del “Socialismo del Siglo XXI” y del “Socialismo Bolivariano”.