Venezuela amenazada por más sanciones y mayor crisis tras la reelección de Maduro

Venezuela amenazada por más sanciones y mayor crisis tras la reelección de Maduro

Los partidarios del candidato presidencial venezolano Javier Bertucci reaccionan a los resultados de las elecciones en el centro de prensa de Bertucci en Caracas, Venezuela, el 20 de mayo de 2018. REUTERS / Adriana Loureiro
Los partidarios del candidato presidencial venezolano Javier Bertucci reaccionan a los resultados de las elecciones en el centro de prensa de Bertucci en Caracas, Venezuela, el 20 de mayo de 2018. REUTERS / Adriana Loureiro

 

Venezuela se enfrenta a la amenaza de nuevas sanciones internacionales y al recrudecimiento de la crisis social y económica, tras la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro hasta 2025 en unos comicios desconocidos por la oposición y varios gobiernos.

Maduro obtuvo el domingo 68% de 8.603.936 votos contra 21,2% del exchavista Henri Falcón, quien consideró que el proceso carecía de “legitimidad” y pidió una repetición de la votación, al acusar al gobierno de “compra de votos” y “chantaje” con los programas sociales.





Aunque celebró haber ganado por “nocáut”, Maduro se reeligió con un abstención histórica del 52%, tras el boicot al que llamó la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por considerar la elección una “farsa” para perpetuarlo en el poder.

Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y una docena de países de América Latina respaldaron a la MUD, adelantando que desconocerían los resultados. Chile, Panamá, Costa Rica y España fueron los primeros en reafirmarlo.

Los catorce países del Grupo de Lima convocaron este lunes a consultas a sus embajadores en Caracas y acordaron “reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas con Venezuela”, en “protesta” por el polémico proceso electoral, indicó el bloque en un comunicado.

Los países del Grupo de Lima “no reconocen la legitimidad del proceso electoral” del 20 de mayo y prevén, entre otras medidas, “coordinar acciones para que los organismos financieros internacionales y regionales procuren no otorgar préstamos al Gobierno de Venezuela”, según el texto.

El panorama es sombrío para un país aislado y arruinado, con una población que soporta la falta de comida y medicinas, el alto costo de vida con un ingreso mínimo que solo da para medio kilo de carne, y el éxodo de cientos de miles.

“Mi pensión de vejez no me alcanza para nada. Espero que el gobierno trate de mejorar la economía. Yo sí voté”, dijo a AFP Miguel Medina, de 61 años, mientras leía el periódico a las afueras de una estación del metro del este de Caracas.

Para el analista Luis Vicente León, los escenarios están claros: “tensión política, radicalización, represión, desconocimiento internacional masivo, agudización de las sanciones y clímax de la crisis económica”.

– La catástrofe –

Venezuela sufre la peor crisis de su historia reciente: El FMI estima la caída del PIB en 15% y la hiperinflación en 13.800% para 2018. Su producción de crudo cayó al peor nivel en 30 años.

Maduro, exchofer de bus y sindicalista de 55 años en el poder desde 2013, culpa de la debacle a la “guerra de la derecha” aliada con Washington, pero sus adversarios le atribuyen un desastroso manejo económico.

Sabedor de lo que una vez reconoció como “catástofre”, el presidente prometió hacer “cambios” para traer prosperidad.

“Me dedicaré por entero a la recuperación de la economía”, prometió al celebrar su victoria ante miles de simpatizantes en el palacio de Miraflores.

Pero Washington parece decidido a no ponérselo fácil. “La farsa de las elecciones no cambia nada”, aseveró el domingo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

Estados Unidos, al que Venezuela vende un tercio de su producción de crudo, amenaza con un embargo petrolero y ya le prohibió a sus ciudadanos negociar deuda venezolana, luego de que el país y su petrolera PDVSA fuesen declarados en default parcial en 2017.

Maduro confía en sus aliados China y Rusia; pero “un nuevo gobierno, considerado ilegítimo, no tendrá capacidad de maniobra ni en finanzas internacionales ni en diplomacia”, advirtió Andrés Cañizalez, experto en comunicación política.

– Los demonios internos –

Al proclamar su triunfo, Maduro convocó a un “diálogo nacional”, pero la MUD anunció previamente que aumentará la presión por unas “verdaderas elecciones” este año.

Pero la oposición está profundamente dividida. Falcón se apartó de las filas de la MUD para lanzar su candidatura y nunca logró quitarse el estigma de “traidor”, que también le cargan del lado del chavismo.

“Falcón no logró ni ganarle a Maduro ni a la MUD. Su desconocimiento de la elección es tardío. Vendrán las recriminaciones mutuas, los intentos por capitalizar la abstención”, aseguró a la AFP el politólogo Luis Salamanca.

Para Salmanca y León, el gran desafío de la oposición es reunificarse en torno a “una estrategia” que presione por cambios tras casi dos décadas de chavismo.

Del lado del gobierno, según León anota, la “implosión” representa el “mayor riesgo” de Maduro, si cada vez más funcionarios se sienten acorralados por las sanciones internacionales.

Casi todo el círculo del gobernante está sancionado por la UE y Washington, que recién sumó al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, a su lista de 70 autoridades venezolanas sancionadas -incluido Maduro-.

Maduro cuenta con la cúpula de la Fuerza Armada, pero “la crisis es tan severa que puede provocar o una fricción dentro de la alianza cívico-militar gobernante o una ruptura social de mayor escala”, advirtió Crisis Group.

El analista Benigno Alarcón considera que, cercado, el gobierno podría radicalizar su sistema político; en tanto que Diego Moya-Ocampos, del IHS Markit (Londres), no descarta nuevas protestas que lleven al gobierno a recurrir a la “represión”.AFP