Padre Ugalde, errare humanum est, por @ArmandoMartini

Padre Ugalde, errare humanum est, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini
Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Los venezolanos nos habíamos acostumbrado a leer las siempre oportunas, agudas e inteligentes opiniones del Padre Luis Ugalde, jesuita que con amor y dedicación sinceros se hizo parte diaria y profunda de la realidad venezolana. Nos brindaba confianza, certeza, aclaraba puntos, aconsejaba a los desorientados y sugería caminos a seguir. Siempre para los ciudadanos venezolanos, desde hace muchos años, ha sido motivo de satisfacción y orgullo sentir a este sacerdote nativo de España como una espléndida sumatoria al escenario nacional.

Y miren por donde el Padre Ugalde S.I. nos sale con una sorprendente posición que nos lleva a pensar que, o cayó por inocente -difícil de creer en quien ha demostrado sobradamente sabiduría, capacidad de análisis y perspicacia- o por alguna misteriosa razón decidió pasar de portavoz del buen pensamiento nacional, a megáfono de politiqueros y dialogueros profesionales, tragaldabas de la política oscura de rincones y atajos.

Nos asombra este brillante sacerdote que, con modestia, vive en La Vega, que no es lo mismo que pueden lucir los ambiciosos pactadores a los cuales ahora -al menos eso es lo que parece- defiende. Entendemos que errare humanum est, errar es humano, pero también fueron humanos aquellos dos originarios que creyeron a la serpiente, y dejaron de lado a Dios cuando les susurró que, si se comían las tentadoras manzanas prohibidas eritis sicut Dii, “seréis como dioses”.





¿Qué otra conclusión puede sacarse cuando leemos a Ugalde defendiendo a esa nueva fábula –escrita sin el noble interés y el objetivo pedagógico del griego Esopo-, esgrimida por quienes han hecho de la política sustento personal y plataforma de retorcidas popularidades, Iscariotes de sus electores, los ideólogos y megáfonos de esa oposición persistentemente fracasada y atornillada en la plataforma que una vez fue para consolidar la unidad de los demócratas venezolanos que éramos mayoría desperdigada, y los seguimos con fe combatiente y clara para inmediatamente después ser dejados abandonados para que ellos se dedicaran a gestionar los famosos “espacios” en los que sacian sus hambres personales?

Porque es que ahora, después de tanto aclarar dudas y llevar riqueza cultural, política, y análisis diáfanos a las mentes venezolanas, nos sale el Padre Ugalde con que el único adecuado para volver a aglutinar a la oposición es el llamado “frente amplio”, carroza carnavalesca de la MUD, escenario conformado a la carrera por quienes ciertamente hace muchos años fueron una formidable y combativa plataforma para defender la democracia, pero que han terminado convertidos en fabricantes de escondrijos y abanderados de complicidades caribeñas.

Pero ya no lo son. Recibieron más apoyo ciudadano que ningún dirigente político en la historia venezolana, más incluso que conductores como Rómulo Betancourt o caudillos como Chávez, pero creyeron ese apoyo automáticamente suyo y, como el chavismo con los dólares ingresados, lo derrocharon, lo dejaron escapar entre sus dedos agarrotados por la convicción errada y enceguecedora de ser dueños del rechazo al régimen tiránico de quienes han hecho de la incompetencia una forma de mandar.

Fue un error empecinado de los dirigentes de la Mesa de la Unidad, nombres repetitivos que ni siquiera han tenido la generosidad inteligente de abrir paso a quienes, con más juventud y menos resabios, prejuicios e intereses, han expuesto sus cuerpos y talentos en la pelea cara a cara, y traen consigo no sólo la firmeza del combate frontal, sino ideas y soluciones nacidas de la Venezuela actual y no heredadas de tiempos barridos por el fanatismo castro-chavista.

Más bien han bloqueado a esos relevos naturales que han señalado caminos con cualidades de estadistas, visualizando presentes y advirtiendo futuros no sólo para derrotar al entreguismo madurista, que gasta en petróleo ruso para la Cuba castrista los dólares que tanto necesita el país, sino para el necesario y complejo rescate de la nación arruinada que nos han dejado.

Con el debido respeto, una sugerencia al apreciado Padre Ugalde. Converse, dialogue, conozca la otra Venezuela, la de la verdad por delante, la coherente, auténtica, valiente, la que no tiene compromisos y más intereses que los de los ciudadanos, la que afirma Soy Venezuela que no transige en acuerdos interesados a escondidas.

Esa Venezuela, Padre, la traicionada el 16J y de cuyo mandato se burlaron; la que ahora sigue siendo abandonada cuando ciertos diputados de la Asamblea Nacional se esconden temerosos en estulticias legales para no cumplir la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia legitimo; la que el domingo 20M desobedeció y se declaró en rebeldía negándose a participar en el sainete írrito del simulacro electoral. La Venezuela que se muere de hambre y de falta por medicinas, la que no comprende cuanto más hay que aguantar oyendo tonterías de quienes ni sufren ni padecen porque están enchufados y han sido corresponsables y agraciados de esta ignominia.

En fin, esa Venezuela, mi respetado Padre Ugalde. No la olvide usted también.

@ArmandoMartini