El plato cada vez más vacío: En Táchira aumenta la desnutrición - LaPatilla.com

El plato cada vez más vacío: En Táchira aumenta la desnutrición

Pasta, lo tercero que más come el venezolano, y lentejas, proteina vegetal sustituta de la carne; un almuerzo de estos tiempos. (Foto/Jorge Castellanos)
Pasta, lo tercero que más come el venezolano, y lentejas, proteina vegetal sustituta de la carne; un almuerzo de estos tiempos. (Foto/Jorge Castellanos)

Preocupan. Las cifras de desnutrición entre pacientes que asisten a la consulta pública de ese servicio o que estuvieron en centros de hospitalización han venido aumentando en la red de salud del Táchira. Lo confirma la coordinadora regional de Nutrición y Dietética de la Corporación de Salud, Graciela Watts, de acuerdo con información del Diario La Nación.

Por: Daniel Pabón

Las estadísticas consolidadas del año 2017 precisan que de los niños de cero a 12 años que acudieron a consulta o fueron hospitalizados en la red asistencial, 33% presentó malnutrición por déficit y 26% por exceso.





En adultos entre 30 y 59 años con las mismas características, 24% se situó bajo la norma (esto es, con déficit de nutrientes) y 37% sobre la norma (con malnutrición por exceso de harinas, entonces tienden a ser obesos). Y en adultos mayores, un grupo de riesgo, 24% se mostró desnutrido por déficit y 41% por exceso.

Cuatro son las leyes de la alimentación que repasa la nutricionista: la primera es que la cantidad de alimentos debe ser suficiente para cubrir todas las exigencias energéticas de un organismo. La segunda es la calidad que deben tener todas las sustancias nutritivas para el mantenimiento de los tejidos.

La tercera es la armonía, que tiene relación con los macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) y micronutrientes (minerales y vitaminas) establecidos para un organismo, cada uno de los cuales se tiene que relacionar en cantidades y composiciones exactas.

Y la cuarta es la adecuación de consumo; se necesitan 2.500 calorías diarias pero, ¿cuántas se ingieren? En los niños, si no hay esa adecuación se presenta la desnutrición primaria; en la edad de preescolar puede iniciar su retardo en el crecimiento; de adolescente, retarda su parte intelectual y, en el adulto, incide en enfermedades metabólicas sin contar que, en estos casos, hay escasez de tratamientos para atacar esos padecimientos.

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