Gustavo Coronel: La izquierda latinoamericana en desbandada. Urge el remate

Gustavo Coronel: La izquierda latinoamericana en desbandada. Urge el remate

Gustavo Coronel
Gustavo Coronel

 

Lula preso. La Sra. Fernández, viuda de Kirchner, investigada por corrupción. Daniel Ortega y su macabra esposa rechazados por el pueblo en Nicaragua. Raúl Castro fuera de la presidencia de una Cuba hastiada del castrismo. Rafael Correa vagando solitario por la región. Evo Morales encarando una rebelión en El Alto, la región del altiplano que le dio la victoria en 2005. Las FARC y Petro en Colombia recibiendo una sonora derrota a manos del candidato conservador Iván Duque.  UNASUR, nido de mercenarios de izquierda, en liquidación. ALBA, financiera y políticamente colapsada.

Y qué decir de Nicolás Maduro? Su farsa electoral del 20 de Mayo  fue un rotundo fracaso, hasta el punto de recibir una abstención que se ha estimado en cercana al 80%, un rechazo popular tan grande que ha terminado por ilegitimar al ex-chofer y, de paso, aplastar al mini-grupo de Henri Falcón, quien ahora tratará de salvar lo salvable aceptando algunas migajas del narco-régimen.





La situación de la izquierda latinoamericana es crítica en toda la región, con la posible excepción de México, la cual está basada en una reacción anti-Trump, más que en entusiasmo por el candidato de izquierda, Andrés López Obrador.

Latinoamérica está cansada del populismo de izquierda, el cual condujo al establecimiento de una transnacional de la cleptocracia, coordinada por Raúl Castro, Hugo Chávez y Lula da Silva, uno jubilado, uno en la cárcel y otro fallecido.  Durante los primeros 12 años de este siglo estos tres criminales robaron y despilfarraron no menos de $300.000 millones de dinero venezolano, a través de empresas cómplices o controladas por ellos, entre ellas Odebrecht en Brasil, Petróleos de Venezuela y Albanisa en Nicaragua. El despilfarro y el saqueo llevado a cabo por esta cleptocracia regional de izquierda ha sido monumental.

Hoy, en Venezuela, observamos a un Maduro financieramente contra la cuerdas, dependiendo de China y Rusia, ambos países ya renuentes a seguir inyectando dinero en un barril sin fondo. Vemos con horror a un pueblo hambriento y enfermo, al menos ya en pleno conocimiento de la culpabilidad del fallecido sátrapa y de su remplazo en la ruina del país. El país está, literalmente, maduro para cambiar radicalmente de rumbo, sacando del poder a la pandilla de militares y civiles que son la hez de la nación. La rebelión ciudadana que debe manifestarse en Venezuela está plenamente apoyada por los países de la región y por la Unión Europea. Maduro y su pandilla están de a toque y deben ir a la cárcel. Nada de perdón, como pide un personaje llamado Leocenis García. Nada de colaboración y diálogo, de lo cual viven Timoteo Zambrano y Rodríguez Zapatero. Basta de colaboracionismo y ambigüedad ética.  

Pedimos a los verdaderos  líderes venezolanos, los irreductibles, que conduzcan esta rebelión ciudadana. Pedimos a USA, Canadá y el Grupo de Lima que se manifiesten con todo vigor, pedimos a la OEA que actúe, ya sea por consenso o por clara mayoría, a fin de terminar de expulsar a los criminales chavistas y maduristas. Pedimos a la Unión Europea que termine de decidir su rechazo unánime a los criminales. Pedimos al papa que hable claro.

En fin, pedimos a la humanidad que ayude a los venezolanos a salir ya de este horrible cáncer que la carcome.