Venezuela ni por los tobillos a Colombia, mientras los delincuentes la gobiernen por @CarmonaBorjas

Venezuela ni por los tobillos a Colombia, mientras los delincuentes la gobiernen por @CarmonaBorjas

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El domingo pasado hubo elecciones en Colombia. Las más tranquilas en las últimas décadas, según el mismo Presidente Juan Manuel Santos. El pueblo se manifestó libremente, sin grandes temores, sin trampas ni amenazas, menos chantajes, de parte del gobierno o de cualquier ente que pudiera hacerlo. No hubo violencia, hubo tranquilidad y ganó fácilmente el candidato uribista Iván Duque. Era de esperarse, los colombianos quieren paz y progreso y no se ven más en el triste reflejo de una Venezuela perdida, sometida a las imposiciones de un grupo de irreverentes que han secuestrado el país.

Los resultados fueron hechos públicos al terminar la jornada, sin ser el Consejo Electoral colombiano el mejor, como dice ser el de la “señora” Lucena. No hubo retrasos porque no hubo componendas, no hubo retraso porque no había ninguna trampa montada, esa es la razón de la efectividad de un sistema normal de elecciones en un país en donde las reglas funcionan, en las que los Poderes están separados, en fin, en donde la Democracia funciona, muy distintamente a lo que ocurre en Venezuela en donde todo funciona en base a las decisiones del grupo delictivo que dirige el país, al menos por ahora.





Después de esta primera vuelta, vendrá la definitiva en junio. Se espera que el voto de los otros candidatos vaya en su mayoría a Duque, incluso los que apoyaron a Fajardo, izquierdista moderado que ha mostrado no coincidir con el pensamiento Chavista que mueve la candidatura de Petro, unido desde siempre con el golpista eterno y ahora con el tirano Maduro aunque diga alejarse de él.

La democracia avanza en la región, menos en Venezuela en donde retrocede hasta que se recompongan las cosas, como será y en el corto plazo.

Mientras tanto en el Venezuela la crisis nos acaba. Violencia, persecución, miseria, crisis humanitaria en términos generales. Maduro se afianza ante los ojos de la comunidad internacional que reacciona para frenar las atrocidades. Más sanciones vienen, ya la Unión Europea anunció nuevas medidas, para unirse a los países del Grupo de Lima y a otros de la región, Estados Unidos y Canadá al frente, para forzar al régimen dictatorial, al grupo delictivo que se ha apoderado del país, a rectificar. Labor difícil, pero que debemos seguir hasta que se logre la salida del dictador y de su grupo de forajidos, tal como lo define la Convención de Palermo de 2002, que lucha contra la delincuencia organizada transnacional.