El último refugio de “Nadal”, el agente secreto de Pdvsa

El último refugio de “Nadal”, el agente secreto de Pdvsa

Casa de Rafael Reiter en Sant Cugat. CRISTOBAL CASTRO

 

Rafael Ernesto Reiter Muñoz compró al llegar a España una casa blanca, de formas cúbicas y pocas ventanas. Era julio de 2015 y lo hizo en una acomodada urbanización de Sant Cugat del Vallès (Barcelona). La vivienda había salido a la venta por casi dos millones de euros, aunque “costó venderla y se cerró por menos”, afirman fuentes inmobiliarias de la zona. Tras una década de intrigas, operaciones secretas y negocios millonarios, el antiguo jefe de la policía interna de PDVSA —la gigantesca petrolera pública venezolana—iniciaba una nueva vida marcada por la discreción, pero sin renunciar al lujo. Así lo reseña elpais.com

Por Oriol Güell

El refugio de Nadal —así le llamaban sus compinches— duró solo dos años. Fue detenido el pasado mes de octubre acusado de formar parte de una trama que desvió a Suiza 27 millones de dólares de mordidas cobradas a proveedores de la petrolera en Estados Unidos. Ya preso en Soto del Real, donde aguarda la extradición a ese país, el pasado volvió a golpear a Reiter hace 10 días, cuando su esposa, Vanessa Yssea, fue también arrestada. En esta segunda investigación, iniciada en Venezuela, la pareja está relacionada con el supuesto saqueo de 6.000 millones de dólares cometido por exdirectivos de la petrolera.

Si PDVSA es casi un Estado dentro del Estado en Venezuela, su policía interna —la gerencia operativa de Prevención y Control de Pérdidas (PCP)— ha sido a menudo el brazo ejecutor de sus responsables en los bajos fondos políticos. El caso más conocido es el maletinazo, el envío por el régimen chavista de 800.000 dólares para financiar en 2007 la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. Un episodio en el que Reiter tuvo un papel destacado: él fue el hombre que llenó las maletas de dinero y las llevó hasta Buenos Aires.

El “pedigrí político” de su madre, una conocida militante marxista con cargos de responsabilidad en la Asamblea Nacional, abrió a Reiter las puertas de PDVSA en 2005. “Ella tenía muy buena relación con Rafael Ramírez”, el todopoderoso exministro de Petróleo de Hugo Chávez —hoy investigado y huido del país—, explican tres fuentes de la compañía. “Con ese padrino entró. Pero es astuto, eficaz y leal, y no tardó en escalar hasta hacerse con la gerencia operativa de la PCP”, añade una persona que le conoció en esa etapa.

El cargo fue una oportunidad que Reiter aprovechó. “Viajaba siempre con Rafael Ramírez como responsable de su seguridad. Financiaba las campañas de alcaldes y gobernadores afines con dinero de la compañía… Tenía mucha información y eso le hizo poderoso”, relatan extrabajadores de PDVSA. “Si se detectaba el robo de barriles, era él quien se enfrentaba al gerente responsable. Si había sospechas del cobro de mordidas a proveedores, igual. Eran situaciones en las que es fácil pedir tu parte en el negocio”, añaden estas fuentes.

Pero Reiter también tenía otra cara, la de un tipo “afable que si podía echar una mano, lo hacía”, admiten incluso sus críticos. En PDVSA aún se recuerda el día que una empleada, conduciendo nerviosa por problemas personales, arrolló a un motorista. “Fue su culpa, pero Reiter salió en su ayuda. Sin casi conocerla, tiró de sus influencias y la liberó de toda responsabilidad”.

Nervis Villalobos, ex viceministro de Energía; César Rincón, antiguo gerente de la filial de compras de PDVSA; y Luis Carlos de León, exresponsable financiero de Electricidad de Caracas (otra filial de la petrolera) figuran junto a Reiter entre los principales acusados de la trama investigada por un tribunal de Houston (Texas). Los tres fueron detenidos junto a él en octubre en España, que ya ha extraditado a los dos primeros. El pasado abril, Rincón —que actuaba como jefe del grupo— se declaró culpable.

El escrito de la acusación detalla los jugosos beneficios obtenidos por el grupo. Reiter, cuyo papel era mover hilos dentro de la petrolera para favorecer a las empresas elegidas, logró “868.000 dólares para comprar un apartamento” en Miami; transferencias por más de medio millón de dólares a “cuentas controladas por su esposa”; 1,5 millones de dólares para una productora bajo su control y dos “vehículos blindados” con un coste de 107.000 dólares cada uno.

De las investigaciones en España por el saqueo de PDVSA, centradas en descubrir qué parte del botín ha sido blanqueada en España, se conocen muchos menos detalles. El Juzgado de Instrucción 27 de Madrid mantiene el secreto de sumario, aunque EL PAÍS ha logrado saber que el juez ha congelado los bienes de los acusados, entre ellos la casa de Sant Cugat.

La vida de Rafael Reiter y Vanessa Yssea en la vivienda fue tranquila mientras duró, afirman quienes les conocieron. Les describen como una pareja “amable, especialmente él, pero discreta”. También aquí el exjefe de seguridad de PDVSA echó una mano a los vecinos cuando pudo: “Hubo un robo en una casa y él ofreció enseguida las grabaciones de sus cámaras de seguridad”. Tras recibir dos veces en los últimos meses la visita de la policía, sin embargo, reina la prudencia al hablar sobre ellos. Y una preocupación: qué ocurrirá con la hija del matrimonio, de unos cinco años.

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