Crece paralización del sector público en Guayana ante política salarial hambreadora de Maduro

Crece paralización del sector público en Guayana ante política salarial hambreadora de Maduro

Enfermeras, empleados y profesores universitarios, maestros estadales y trabajadores del IVSS han paralizado sus labores como protesta por bajos salarios (foto William Urdaneta)

 

Enfermeras de los hospitales de Ciudad Guayana se mantienen en protesta ante la exigencia de salarios dignos, por lo que solo atienden estrictas emergencias. Como ellas, que alegaron que el salario no alcanza ni para una panela de jabón, otros trabajadores se han visto obligados a tomar las mismas acciones: empleados y profesores universitarios también están de paro y los maestros estadales cumplieron 21 días de huelga. Así lo reseña correodelcaroni.com

Por Jhoalys Siverio | María Ramírez Cabello

Los bajos salarios frente a la hiperinflación en Venezuela ha sido motivo de ausentismo laboral en todas las áreas del sector público. La mañana de este martes, mientras enfermeras del Hospital Uyapar en Puerto Ordaz protestaban por sueldos dignos, un enfermero con 17 años de servicio, acababa de renunciar.

El tema salarial, mala calidad de vida, maltrato por parte de la institución, hicieron una bomba de tiempo que terminó por estallar. Aunque prefirió no identificarse, afirmó que en dotación, el retroceso en el hospital ha sido descomunal.

Tanto el Hospital Uyapar como el Dr. Raúl Leoni en San Félix están paralizados, al igual que en todo el país. La exigencia es la misma: salario digno.

Yamilet Sánchez, con ocho años de servicio en el Uyapar, relató que en la última quincena apenas recibió un salario de 400 mil bolívares, el cual comparó con el millón y medio que le cobraban por un paquete de harina pan.

“Ni para una panela de jabón azul para lavar la ropa nos alcanza, tenemos hijos, ¿cómo los alimentamos, cómo pagamos colegio?”, manifestó Sánchez.

¿Cómo esto ha afectado el servicio en los hospitales? En el Uyapar calculan que no llegan a 300 enfermeras; en retén patológico, de siete, solo quedan cuatro; y 18 de 35 en terapia intensiva; en banco de sangre todas renunciaron. Los turnos de la tarde y noche son los más críticos, pues hay guardias que quedan sin personal. La emergencia ha llegado a quedar a solas.

Incluso, el personal no es ajeno al drama que viven los familiares de pacientes, y la crisis del país. Comentaron que más de 20 enfermeras tienen reposo psiquiátrico por depresión.

El paro de enfermeras ha implicado que no haya consultas en el centro asistencial. Solo atienden estrictas emergencias.

El rebusque

“Yo coso, soy peluquera, vendo chupetas, hago de todo”, es así como Sánchez se rebusca ante la crisis.

Como ella, profesores universitarios relataron a Correo del Caroní cómo hacen para sobrevivir, y afirmaron que en una quincena llegan a ganar igual o más como costurera que lo que gana un profesor.

“Si no me dedicara a ser costurera, no como, porque lo que gano como profesora no me alcanza, y eso que no tengo niños, ni me quiero imaginar cómo sería si tuviera hijos”, comentó Ivonne Quintero, profesora de la UNEG que protestó el lunes por la misma pauperización de los salarios.

Así como protestaron los profesores de la UNEG, este martes hicieron lo propio empleados y profesores de la Unexpo.

Desde el pasado 15 de junio, los trabajadores de las oficinas administrativas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) se mantienen de brazos caídos. Algunos asisten a sus trabajos pero no hay atención al público. En su última quincena percibieron entre 120 mil y 500 mil bolívares.

Maestros estadales llevan 21 días de huelga

Los maestros estadales arrancaron el miércoles 6 de junio con una protesta de brazos caídos que, 21 días después, se mantiene. La principal exigencia es el pago de deudas pendientes desde 2016 y la homologación del contrato que, aseguran, contribuiría con una mejora de la calidad de vida de los educadores adscritos a la Gobernación de Bolívar.

La presidenta del Colegio de Profesores de Venezuela, Seccional Caroní, Doris Guzmán, informó este martes que a finales de la semana pasada la Gobernación canceló algunas primas, pero persisten las deudas acumuladas hace dos años y no se ha concretado la homologación del contrato. “El docente 4, que usamos como promedio, tiene un sueldo de 7 millones 600 mil bolívares al mes”, dijo, de modo que la quincena no le permite cubrir ni un cartón de huevos o un kilogramo de carne, por ejemplo.

Reconoce que si bien la homologación del contrato mejoraría algunos beneficios percibidos por los educadores, Guzmán admite que al ritmo de la hiperinflación ningún sueldo será suficiente. “Seguimos luchando por el aumento de un sueldo digno frente a estos disparados precios y esta economía que arropa cualquier sueldo”, expresó.

Este miércoles, 27 de junio, los educadores se reunirán en una nueva asamblea general donde decidirán si persisten en la declaratoria de asamblea permanente, a pocos días de que concluya el periodo académico 2017-2018. En esta ocasión, la novedad es que está previsto que los trabajadores y obreros adscritos al Ministerio de Educación se sumen a la protesta de brazos caídos “porque sus sueldos son pírricos, al igual que los nuestros”.

Sería otro sector más que manifiesta públicamente su inconformidad con la política salarial del gobierno de Nicolás Maduro, que no ha tomado correctivos económicos para controlar su indisciplina fiscal y frenar la hiperinflación que se proyecta en más de 10.000% al cierre de 2018.

Mayo ha sido hasta ahora el mes más inflacionario en lo que va de año. De acuerdo con la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, los precios se duplicaron tras la variación de 110,1% en el quinto mes del 2018. Diputados como José Guerra han propuesto al sector laboral reclamar los pagos de salarios con periodicidad semanal para evitar la pérdida de valor de sus debilitados ingresos.

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