César Pérez Vivas: Venganza y Revolución

César Pérez Vivas: Venganza y Revolución

La señora Delcy Eloína  Rodríguez, ahora en funciones de Vicepresidenta de la República, se ha ido convirtiendo en la voz autorizada de la camarilla que detenta el poder de nuestra patria. En varias ocasiones ha comunicado el verdadero sentimiento de quienes ha destruido la paz y el bienestar de nuestra sociedad. Es una persona que refleja de manera nítida el pensamiento y los valores que orientan a la revolución bolivariana.

Hay dos citas recientes que evidencian, una vez más, el talante de los personajes conductores del aparato del estado venezolano. En estas dos citas se refleja la naturaleza autoritaria del régimen, y el profundo resentimiento que los ha llevado a sembrar de muerte, persecución y dolor a la sociedad venezolana.

El viernes 16 de marzo de 2018 expresó: “Nunca entregaremos el poder político y muy por el contrario, vamos a la victoria por el poder económico. Para eso necesitamos estabilidad política”.





Cuando un personaje investido de tanto poder, por su cercanía al dictador, le dice al país desde los estrados del estado autoritario: “NUNCA ENTREGAREMOS EL PODER”, es porque han decidido apoderarse indefinida, ilegítima e inconstitucionalmente del mismo. Y así ha ocurrido, recurriendo al más burdo fraude legal y físico, han declarado su permanecía en el ejercicio del poder del estado por un nuevo periodo presidencial de seis años; y preparan su “nueva constitución”, donde con toda seguridad establecerán de manera defectiva, su confesada intención de perpetuarse en el poder.

Esa declaración de Marzo, no es una idea aislada de la citada señora, es la firme decisión de toda la camarilla roja, que prevalidos de las reglas de la democracia, la ha asesinado; para implantar en nuestro país, la brutal dictadura que nos ha producido la catástrofe humanitaria presente en toda la nación.

En el programa dominical del pasado 24 de Junio de 2018 con  José Vicente Rangel, la Señora Rodríguez expresó: “La revolución es nuestra venganza por la muerte de nuestro padre y sus verdugos”. Acto seguido acotó “nosotros sabemos que esta es nuestra venganza personal de esa época oscura, donde muchos jóvenes fueron asesinados, torturados, desaparecidos… sabemos que la llegada del comandante Hugo Chávez fue nuestra venganza personal, la inclusión, la igualdad, todo lo que significa el socialismo bolivariano…”. A confesión de parte, relevo de prueba.

El mismo entrevistador sorprendido por tan severa afirmación, le repregunta respecto de si albergaba odio en su corazón, y con ello, la señora Rodríguez buscó enmendar la plana con la siguiente expresión:

“No somos personas de odio, entendemos que una revolución en los términos de socialismo bolivariano es una revolución profundamente humana… y el odio no puede ser el motor de ninguna revolución, todo lo contrario, es el amor”. 

Pero ya el eje  central de su expresión estaba ya comunicado: “la revolución es nuestra venganza por la muerte de nuestro padre…”

Estas afirmaciones nos confirma lo que muchos venezolanos presumíamos, estos personajes del régimen destilan odio en cada una de sus actuaciones. Es el odio el motor de su vida. Por eso el empeño en perpetuarse en el poder, aunque los hechos tercamente demuestran cada día el monstruoso fracaso de la receta cubana de la política y la economía; los mismos no cesan en su empeño de continuar su aplicación, porque en el fondo de su corazón lo que les mueve es un odio ilimitado hacia una sociedad, que ellos hacen responsables de la injustificada muerte de su padre.

A pesar de todas las circunstancias históricas que rodearon el crimen donde el padre de los hermanos Rodríguez perdió su vida, y del castigo que entonces recibieron sus asesinos, esto no ha sido un elemento que atenué los sentimientos de rencor allí anidados.

Por el contrario estos dos personajes de la camarilla roja ha sido factor fundamental en la aplicación de toda la política de persecución contra la disidencia, estimulando la violencia con el uso de los colectivos; han participado en el encarcelamiento y extrañamiento del territorio nacional activistas políticos, en los procesos de inhabilitación  contra quienes ejercemos el derecho a oponernos a su gestión pública; han impulsado las expropiaciones y confiscaciones en el campo de la economía, llevando a la ruina a miles de familias trabajadoras, y a toda la economía de la nación; han salido a la palestra pública para justificar toda esa política de dolor y destrucción.

Y cuando uno se pregunta el porqué de tanto ensañamiento contra nuestra sociedad, no tiene otra respuesta, que la ofrecida por la señora Rodríguez en el programa de José Vicente Rangel: la venganza.

Lamentable motor el que mueve a estos personajes. No hay venganza buena o mala. Cuando a un accionar humano se le califica de venganza, se está poniendo de manifiesto la existencia de una personalidad atormentada, dominada por sentimientos negativos, que tiene una total ausencia de Dios en sus sentimientos, y en sus convicciones.

Quien obra por verdadero amor, jamás expresará que su obra es venganza. Siempre colocará el obrar constructivo y positivo como el fruto de sus verdaderos sentimientos de amor al prójimo, y al padre creador del universo.