Los Zapatos de Manacho, por Cástor González

Los Zapatos de Manacho, por Cástor González

Cástor González @castorgonzalez

 

Bien dice el refrán que ni la tos ni la riqueza se pueden ocultar; y hace apenas pocos días se puso de manifiesto evidente para toda Venezuela, una de esas señales que por un lado reflejan la hipocresía del discurso político de la plaga socialista; y por el otro, el inmenso desprecio que los representantes del gobierno sienten por ese pueblo que dicen proteger y reivindicar.

La foto de Jorge Rodríguez junto a Maduro, Héctor Rodríguez y Érika Farías, exhibiendo con desparpajo los signos de su injustificada riqueza representada en unos zapatos deportivos fabricados por una de las casas de moda europeas de mayor prestigio y cuyo costo es cercano a los OCHOCIENTOS DOLARES AMERICANOS (USD $ 800.00), es una sólida e inmerecida bofetada a todos los venezolanos que día tras día luchan con el horror de un costo de la vida que está fuera de todo control.





Frente a la muestra arrogante y displicente de cuanto han logrado los “líderes socialistas”  en estos veinte años al frente del poder, el pundonor de un digno profesor universitario de nuestra ilustre Universidad Central de Venezuela, el Licenciado José Ibarra, puso en evidencia la verdad de lo que ocurre en nuestro maltratado país, donde un abnegado profesional, con especialización, maestría y cursante de doctorado, no puede acceder al cambio de las suelas de sus desgastados y maltratados zapatos, ni que decir de la posibilidad de reponerlos. Ante las suelas de los zapatos de Ibarra, tal vez aquellos zapatos de Manacho, los de cartón, tal vez son hasta de lujo!

El problema sin embargo, no es solo que Jorge tenga la posibilidad de comprar esos zapatos, lo cual es absurdo por ser tan contradictorio con su prédica. De hecho, en un país normal y con el potencial de Venezuela, que un funcionario público de su nivel tenga la posibilidad de acceder a bienes de lujo no sería una gran noticia; pero en este caso, el potencial de nuestra nación ahora mismo es solo eso, mero potencial, pues la realidad es de ruinas, y por eso, la burla de Jorge no solo es noticia sino también un escándalo. El problema entonces va mucho más allá… El caso es que la política económica recesiva y creadora de miseria al por mayor del socialismo chavista, ha puesto literalmente a millones de venezolanos con los pies en el suelo, pues la prioridad para la que ni aún alcanzan por completo los ingresos se reduce a comer, quedando así relegados a un tercer o cuarto plano, el vestirse adecuadamente.

En el país que paso a paso ha venido destruyendo el socialismo a lo largo de los últimos 20 años, comprar los zapatos de Jorge puede costar a cualquier profesor universitario como Ibarra, por lo menos treinta años de trabajo, si, treinta años de esfuerzo ininterrumpido percibiendo el equivalente a DOS DOLARES (USD $ 2.00) al mes, para alcanzar luego de más de TRESCIENTOS SESENTA meses o poco más de diez años, los SETECIENTOS NOVENTA Y CINCO DOLARES (USD $ 795.00) que costaron a Jorge sus flamantes zapatos Valentino Camouflage; lo cual por cierto, le tomaría a un nuevo y flamante Coronel de la República, un mínimo de ocho meses de acuerdo a la nueva escala salarial de la Fuerza Armada.

En la nueva Venezuela, esa que con suerte y con mucho esfuerzo nos tocará construir y echar adelante, los profesores universitarios, las enfermeras, los médicos, los obreros, los campesinos y en fin, todos los venezolanos, podremos aspirar a una compensación justa a nuestro esfuerzo que nos permita no solo comprar los zapatos que no sean de cartón como los de Manacho, sino vivir en condiciones dignas como seres humanos que somos. La igualdad pero hacia abajo que ha creado el socialismo mediocre quedará en el pasado como un mal recuerdo y una gran lección de lo que no debe ocurrir jamás en esta tierra de gracia. Recordemos siempre a Jorge, su burla y desprecio por la inteligencia del pueblo, para asegurarnos de que no tendrán cabida en el brillante futuro y porvenir que inevitablemente alcanzará y arropará a nuestro país.

Cástor González

Abogado

Presidente del Centro Popular de Formación Ciudadana -CPFC-

@castorgonzalez