Globos al cielo y gritos por la paz despiden a pareja ecuatoriana asesinada

 

Globos al cielo y gritos por la paz despidieron hoy a Óscar Villacís y Katty Velasco, la pareja ecuatoriana que fue secuestrada en abril pasado cuando se trasladó a la provincia costera de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, y que fue ejecutada en cautiverio.





EFE

Pasado el mediodía, bajo un cielo nublado y una lluvia tenue, una carroza fúnebre escoltada por policías trasladó los restos de Katty desde la casa de su madre hasta el cementerio central de la ciudad.

Ya en el camposanto, familiares llevaron en hombros el féretro con los restos de Katty, mientras amigos y solidarios acompañaban con ramos y globos blancos su último recorrido.

En el camino hacia el nicho los rostros se llenaban de lágrimas, indignación y desconcierto.

“Por la paz”, “no más secuestros en Ecuador” y “por Katty, nadie se cansa”, eran los gritos que se escuchaban al unísono en el cementerio mientras uno a uno se lanzaban al cielo los globos blancos en señal de paz.

Adelaida Pinargote, madre de Katty dijo a Efe que quiere justicia en el caso de su hija, que su muerte “no quede impune”.

Las autoridades atribuyeron el secuestro y asesinato de los ecuatorianos a una disidencia de la exguerrilla de las FARC liderada por Walter Patricio Arizala Vernaza, alias “Guacho”.

El secuestro de la pareja fue notificado el pasado 17 de abril por el Gobierno ecuatoriano que divulgó en ese momento un video que le había llegado.

Al grupo disidente liderado por ‘Guacho’ también se le atribuye el secuestro en marzo y posterior asesinato de tres integrantes de un equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio, cuyos restos fueron repatriados la semana pasada.

Los cuerpos de Villacís y Velasco fueron hallados en una fosa en el departamento colombiano de Nariño (suroeste), una de las regiones más convulsas de Colombia por la presencia de diferentes grupos armados ilegales y la proliferación de cultivos de coca.

El director del Instituto de Medicina Legal de Colombia, Carlos Valdés, confirmó el miércoles que se trataba de los dos ecuatorianos, en su informe detalló que el asesinato se produjo aproximadamente hace dos meses por “múltiples heridas” ocasionadas con armas “cortantes y cortopunzantes” a “nivel de cuello y tórax”.

Después de los análisis los cadáveres de la pareja llegaron el pasado viernes 6 de julio a Quito en medio de críticas de las familias al Gobierno ecuatoriano.

“En Ecuador no tuvimos apoyo (…) porque si hubiéramos tenido apoyo a mi hija si la hubiesen rescatado con vida”, insistió hoy Pinargote.

Tras su llegada a Ecuador en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), el cadáver de Óscar fue trasladado de inmediato a Santo Domingo de los Tsáchilas, mientras el de Katty recibió primero una misa en Quito.

“Nosotros lo que queríamos es que nuestro hijo venga acá, a estar aquí con la familia, porque ya no hay mucho tiempo”, dijo a Efe María Gómez, madre de Óscar, unas horas antes de llevar el cuerpo de su hijo al Cementerio Central de Santo Domingo para darle el último adiós.

“Yo luchaba por traerlo vivo pero no me imaginé que mi hijo iba a venir apuñalado”, agregó.

Las familias comentaron que su lucha no termina al enterrar los cuerpos de sus seres queridos: “Vamos a seguir luchando para tener justicia por los tres periodistas y por la pareja”, enfatizó Pinargote.

Las familias de Óscar -quien tenía una hija de once meses y un niño de 5 años-, y de Katty, -madre de una pequeña de 4-, anunciaron que viajarán continuamente a Quito para mantener reuniones con las familias del equipo de prensa que también fue asesinado.

“Vamos a seguir luchando porque, nadie se cansa”, insistió la madre de Katty.

En un llamamiento a la sociedad ecuatoriana Pinargote pidió que “no callen” porque hechos como el que su familia vive “no pueden quedar impunes. Todos los ecuatorianos debemos reunirnos para seguir en esta lucha”, sostuvo.