Óscar Vallés: La entrada de Henry Ramos Allup

Óscar Vallés: La entrada de Henry Ramos Allup

Oscar Vallés @OscarVallesCO

Esta semana los adecos decidieron mover su mejor ficha en el tablero. Ante un «precavido» Henri Falcón que espera con cautela que pase de largo la tormenta del 20 de mayo ?no lo digo porque participó, sino por cómo lo hizo?, y el rampante liderazgo de María Corina Machado que se expande rápidamente, Henry Ramos Allup no iba quedarse de brazos cruzados esperando a un «no sé qué» de la Mesa de la Unidad Democrática. En su declaración a los medios el jueves 5 de julio, la entrevista a Vladimir Villegas el lunes 9 y a Luz Mely Reyes el jueves 12 de julio, Ramos Allup ofrece información suficiente para concluir que entra en la competencia por el liderazgo nacional opositor.

Comienza por advertir que la relación con la MUD no es «un divorcio» ni mucho menos fue una decisión «inopinada». Fue una separación manejada por él mismo, con guante de seda, procurando no dejar cabos sueltos, roces o «asperezas» ?como prefiere decir? por una razón estratégica de primer orden. En esta primera fase de su campaña busca reactivar las bases populares de la oposición, y aspira que dirigentes y cuadros políticos de todos los partidos lo acompañen y participen activamente de sus recorridos y actividades por el país. Además, dejó asentado que no pretende crear ninguna plataforma distinta a la Mesa, manteniendo diálogos bilaterales y multilaterales con sus organizaciones cuando las circunstancias lo ameriten y los objetivos lo requieran. Antes que una división política en su sentido clásico, que implica enfrentamientos y distanciamientos, estamos en presencia más bien de una redefinición funcional de las tareas. No veo ninguna «patada a la mesa» como se dice por ahí. Más bien, si me permiten decirlo en términos figurativos, la Mesa deja que uno de los suyos se separe para no quedar rezagada, frente a esas dos fórmulas políticas de liderazgo que tienen camino andado.

Tiene razón Ramos Allup cuando dijo en «Vladimir a la 1» que en política no existe la casualidad. En efecto, no fue casual que Henri Falcón respondiera el 12 de julio, junto a su «Concertación para el cambio», para dejar algunas nítidas diferencias con su nuevo oponente presidencial. Mientras Ramos Allup afirmó categóricamente que no conversará con el gobierno porque era una genuina «pérdida de tiempo» debido a su prepotente negación a rectificar, la «Concertación» convocaba al gobierno para acordar una estrategia conjunta sobre problemas nacionales urgentes; mientras Ramos Allup informó que Acción Democrática no participará en las elecciones de concejales en diciembre, Henri Falcón aseguraba que en septiembre inscribirán sus candidatos a los concejos municipales. En fin, Falcón se mantiene en la misma línea que ha seguido desde finales del año pasado, mientras Ramos Allup ha dado un viraje muy importante y diferenciador. El abanderado de AD quiere conectarse con ese consolidado 80% de la población descontenta con la revolución y apuntó su prioridad en la agenda social, desestimando la agenda electoral municipal. Mientras el otrora gobernador de Lara afirmó en esa rueda de prensa que hay que unir esfuerzos para «asumir el acompañamiento de la lucha social» (37’30’’), el diputado de la AN aspira liderar esa lucha.





Nada casual tampoco fue que su mayor atención, en esas entrevistas, la dirigió a quien le lleva una significativa ventaja en esa agenda, y tal vez por eso no hace mención de su nombre, pero sí de un acomodaticio argumento que usa para que podamos identificarla. En efecto, Henry Ramos Allup en «ConLaLuz» destacó que las dos posiciones «más importantes» en la palestra opositora sobre qué hacer para enfrentar a Maduro son «tener elecciones para salir del gobierno» o «salir del gobierno para tener elecciones». Con la primera descarta de un plumazo a Henri Falcón, dado que esa tesis ?su tesis? procura luchar por las mejores condiciones electorales posibles, pero no sólo en el papel sino en el desempeño concreto de los órganos electorales, y permanecer activo luchando por mantenerlas, incluso retirándose de ser en alguna medida socavadas. Todas las críticas y objeciones alusivas al excandidato presidencial en esas entrevistas se organizaron alrededor de esa tesis central. Tesis por cierto que asume y promueve como la única que reconoce y recomienda la comunidad internacional y los países del hemisferio.

Con la segunda, «salir del gobierno para tener elecciones», la alusión es claramente a María Corina Machado y a la alianza que la avala, Soy Venezuela, conformada también por Antonio Ledezma, Diego Arria, otras personalidades y partidos. Aquí su objeción es tan sencilla que la cito textualmente: «Bien, entonces uno les pregunta, ¿cómo salimos del gobierno? Y ahí no hay respuestas sino solo conjeturas» (11’48’’). Esa es una barrera argumental que deberá superar María Corina porque todo parece indicar que Ramos Allup se encargará personalmente de ponerla bien alta durante su recorrido por todo el país. El secretario general de la tolda blanca apuesta a la capacidad de la gente para entender razones porque «cuando se les informa corrigen actitudes», porque debe saber que las emociones políticas son el punto más fuerte del liderazgo inspiracional de la coordinadora nacional de Vente Venezuela. No es tampoco casual que el vicepresidente de AD, diputado Edgar Zambrano, ante un tuit leído por Derek Blanco en «Primera Página» que afirmaba que «la líder de la verdadera oposición es María Corina Machado»(4’20’’), su respuesta haya sido «caramba, la invitación [pausa y corrige], ojalá y se hubiesen dado esas primarias, a ver quién tiene el músculo, la fuerza y la organicidad y la inteligencia para asumir esa bandera».

A pesar de la pausa, la invitación fue hecha. Esa invitación marca el comienzo de una lucha por el poder político en Venezuela, porque el militar ya sabemos quiénes lo detentan. Hago votos por una noble y justa lucha civil y cívica entre los contendientes, y por un pronto final del predominio del militarismo en la vida del país.