En esta tercera entrega me propongo abordar aspectos concretos sobre los avances del proceso de instauración progresiva del estatismo totalitario del socialismo del siglo XXI en Venezuela. A este respecto, luego de que el teniente coronel Hugo Chávez Frías alcanzara la presidencia por la vía electoral en 1998, después de los intentos fallidos de los golpes militares que propinara el 4 de Febrero y 24 de noviembre de 1992, estuvo muy claro el objetivo de tomar el control del Estado. Desde un comienzo, Hugo Chávez tuvo la asesoría de Fidel Castro para alcanzar sus propósitos. Lo que no pudo lograr Fidel Castro, apoderarse de parte significativa de la renta petrolera a través de la guerrilla que apoyó con armas, soldados y logística militar, lo alcanzó por la entrega servil del llamado comandante eterno. Entregó así nuestra soberanía política y económica a la dictadura comunista cubana. A la fecha, Cuba ha recibido más de 30 millones de barriles de petróleo liviano y mediano. Chávez quiso vender la idea de que era un trueque, en tanto Venezuela iba a recibir a cambio servicios en salud y deportes. No ha sido un trueque, por cuanto los médicos cubanos y asesores deportivos son pagados aparte por Venezuela. Las cuentas están registradas como tales, sin que quede la menor duda de semejante succión a la renta petrolera de Venezuela.
A la extracción de proporción importante de nuestra renta petrolera, se agrega lo más grave de esta sumisión a la dictadura comunista cubana, como lo es la injerencia en inteligencia y contrainteligencia en la fuerza armada nacional, con purgas progresivas que han ido desincorporando oficiales institucionalistas, además del adoctrinamiento con la ideología comunista de nuestras fuerzas armadas, llegando incluso a la Academia Militar en la formación de los cadetes. Esta injerencia cubana es descarada y amparada por el alto mando militar, el objetivo es claro, convertir a nuestra fuerza armada en guardia pretoriana, como en Cuba, al servicio de la dictadura castro chavista que se ha venido incubando en Venezuela con todas las consecuencias negativas que estamos viviendo los venezolanos. Se han expropiado miles de empresas en todos los sectores de la economía, un porcentaje importante o no están funcionando o lo están en precarias condiciones económicas. La economía nacional se ha venido achicando con menos empresas, menor capacidad utilizada de las que quedan funcionando, generándose en consecuencia mayor desempleo y reducción drástica del poder de compra de los venezolanos.
La dictadura castrista se ha aprovechado de la servil entrega del régimen chavista madurista a sus designios para destruir la economía privada nacional y nuestra democracia. La renta petrolera ha sido penetrada directamente por la oligarquía política y económica que se ha venido enquistando, destruyendo para ello la meritocracia petrolera, con la cual le era difícil apoderarse de la renta petrolera. De esta manera, se crearon los fondos parafiscales FONDEN y BANDES que han recibido más de 200.000 millones de dólares de PDVSA y del Banco Central de Venezuela a través de la modificación de su ley de creación que permite la estafa de las reservas internacionales como en efecto se ha hecho. Desde comienzos del año 2003 se implantó un control cambiario que a la fecha de escribir este artículo han transcurrido 14 años.
¿POR QUÉ SE HA PROLONGADO TANTO TIEMPO EL CONTROL DE CAMBIOS?. LA GRAN ESTAFA A LA REPÚBLICA.
Las teorías y las praxis monetarias recomiendan que el control de cambios debe ser temporal mientras se logren eliminar los desequilibrios macroeconómicos en la balanza de pagos. El control cambiario ha venido siendo utilizado con fines políticos, entregando dólares preferenciales a grupos afines al gobierno y a empresas inexistentes o creadas para recibir los dólares preferenciales. El ex ministro Jorge Giordani denunció en el año 2013 que unos 20.000 millones de dólares habían sido entregados a empresas fantasmas. El ing. Giordani se refería al año 2012, pero en todos los 14 años transcurridos desde el 2003, se han dado esas irregularidades y la transferencia directa a los fondos parafiscales antes citados, siendo una gran estafa a la República, por tanto, las divisas no deben salir del BCV sino comprándolas, bien sea el Estado o el sector privado. A las transferencias del BCV y de PDVSA a los fondos parafiscales FONDEN y BANDES hay que agregar la otra estafa realizada a través de las irregularidades en el manejo del control de cambios. Se estima (estimaciones privadas, por cuanto las cifras oficiales brillan por su ausencia) que entre el FONDEN, el BANDES y el control cambiario se han estafado a la República la cantidad de 450. 000 millones de dólares. Con razón no hay divisas para atender las importaciones y el servicio de la deuda externa del país y de PDVSA, de allí la escasez e hiperinflación que estamos padeciendo los venezolanos.
Los fondos parafiscales nunca han entregado cuentas sobre los ingresos y los destinos de las divisas que han recibido desde su creación en el año 2005. Un porcentaje importante de las divisas entregadas para importaciones, no se realizaron y fueron a parar en cuentas particulares en Andorra, paraísos fiscales, banca suiza, Panamá, Edos Unidos. La estafa a la República no se cierra con las divisas de los fondos parafiscales y las irregularidades del control de cambios. Otra proporción importante se ha robado a la Nación a través de los recursos presupuestados para inversiones en obras de infraestructura, particularmente los destinados a los sistemas hidráulico y eléctrico, no llegaron a su destino sino a las cuentas de los corruptos del régimen. Aquí cabe recordar que en el decreto de emergencia del finado presidente Chávez se asignan 20.000 millones de dólares para el sistema eléctrico que no llegaron a su destino. Esto nos explica la falta de mantenimiento de esos sistemas como la causa principal de las fallas eléctricas y la escasez de agua en el país. En la próxima entrega, seguiré abordando el tema.
Economista, Profesor Titular de LUZ, expresidente de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia, [email protected]