Expertos advierten que la flexibilización cambiaria no controlará la hiperinflación

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Economistas consultados por Infobae aseguran que el dólar no va a bajar por esa medida y que el régimen busca “copar” el mercado de remesas. Si bien el sector empresarial privado podría tener un “respiro”, aún se desconoce cómo se instrumentará el nuevo sistema. Cómo influyó China en la decisión

Por Infobae





La Asamblea Nacional Constituyente aprobó ayer la derogación de la ley venezolana de Ilícitos cambiarios. Según anunció el chavismo, desde el 20 de agosto no habrá cepo y los venezolanos podrán cambiar divisas de manera legal, algo prohibido hasta ahora y que llevó a un monumental desfase entre el dólar oficial y el paralelo, él único al que acceden los ciudadanos.

Dejando de lado que la Asamblea Nacional Constituyente es ilegal, y por lo tanto todo lo que emane de ella también lo es, la derogación entrará en vigencia en pocos días, pero aún hay muchas dudas. ¿Habrá libertad cambiaria en Venezuela?

Los especialistas no son optimistas. Lo que habrá es un cambio en la Ley, que aún no se conoce muy bien cómo va a funcionar, pero todo indica que se encamina a un “sistema dual”: con un dólar más barato que seguirá manejando el régimen para adjudicar de manera discrecional (como hasta ahora) y otro para estas nuevas casas de cambio para transacciones entre privados.

“El primer objetivo es bajar el dólar, una de las variables que impulsan la hiperinflación, que los tiene locos. Pero no lo van a lograr así”, explica el economista Miguel Velarde, director de Guayoyo en Letras. El especialista asegura que el régimen busca “copar” el mercado cambiario, para controlar la situación, pero vaticina el fracaso: “Para bajar el precio hay que meter dólares en el mercado y el Gobierno no los tiene”.
Efectivamente, el régimen no tiene divisas y las pocas que ingresan no alcanzan para el pago de deudas y para solventar el enorme engranaje estatal. “Gastan más de lo que tienen y cada vez entra menos. Esto no sólo es por la caída en el precio del dólar sino porque se produce menos: cuando Chávez tomó el poder, Venezuela producía 3,4 millones de barriles diarios de petróleo, ahora sólo uno”, grafica Velarde.

Según explica, se prevé que los dólares lleguen a estas nuevas casas de cambio desde tres sectores: desde el Gobierno, de los ahorros en suelo venezolano, o proveniente de las remesas. Para Velarde es sobre este último grupo donde el régimen puso sus ojos: el Gobierno quiere las remesas que crecen día a día por el éxodo de venezolanos que huyen al exterior. Ese dinero ingresa, como todo en Venezuela, por el mercado negro, pero difícilmente el familiar que recibe algunos dólares desde el extranjero cambie su dinero en esas nuevas casas, porque si se concreta este sistema dual, continuará existiendo el mercado paralelo y allí sacaría mayor provecho.

La misma lógica se aplica para los ahorros. Nadie que pueda obtener más dinero por su dolares se resigna a recibir menos en las casa de cambio chavistas. Y si el Gobierno no tiene divisas para inyectar, no logrará controlar el precio del negro… un círculo inagotable que los venezolanos conocen muy bien.

Para Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica, la decisión no va a resolver los problemas de fondo: “No nos va a sacar de la hiperinflación ni se estabilizarán los equilibrios macroeconómicos, pero sí puede darle un respiro a los sectores privados que hasta ahora venían haciendo de manera ilegal las operaciones de compra y venta de divisas para hacer las importaciones”. Para el economista, la ley “era una medida de gran distorsión para la operación del sector privado en Venezuela”.

Asdrúbal Oliveros incorpora a China en el trasfondo de la medida de Maduro. Según reveló, “China viene presionando al Gobierno para que haga reformas, entre ellas en el sector cambiario para que las empresas chinas puedan tener más transparencia en su operatoria”.

Luis Oliveros, también economista, coincide con sus colegas en que esta decisión no va a controlar la inflación. “Es imposible pensar que vaya a bajar el dólar por eso, eso no tiene nada que ver y para medir los efectos en el mercado hay que esperar”. Sin embargo, sí piensa que puede ser positivo para los empresarios. “Disminuir los controles en la economía siempre es positivo. No es la maravilla, lo óptimo sería el desmontaje total del control cambiario pero despenalizar las operaciones cambiarias es una buena noticia”.

Consultado sobre si el sector privado acudirá a las casas de cambio chavistas, aún cuando persista el mercado paralelo, Luis Olivares no lo descartó. Para él que “le quiten la espada de damocles” de la cárcel es un buen incentivo, luego verá donde conseguir mejor tasa cambiaria”.