Crisis alimentaria en Venezuela impacta en la vida de personas con VIH

Personas buscan en la basura algopara comer ante la crisis actual en Venezuela.
/ AFP PHOTO / Federico PARRA

 

A la grave situación que enfrentan las personas con VIH en Venezuela, por el desabastecimiento de antirretrovirales, se suma la inadecuada alimentación, como consecuencia de la escasez de los productos de primera necesidad y la carestía del rubro “proteínas”, entre otros.

Nota de prensa





Los especialistas advierten sobre la importancia de mantener una oportuna y completa ingesta de alimentos, sobre todo en quienes toman antirretrovirales que provocan efectos secundarios como náuseas, diarrea, vómito o cambios en el gusto. Por ello, es fundamental considerar alimentos que contengan alto valor nutricional y calórico y así prevenir la desnutrición.

Al respecto Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, manifestó ante la emergencia humanitaria que se vive en Venezuela, “es vital que el Ministerio del Poder Popular para la Salud, no solo garantice la entrega de los fármacos a las personas con VIH, sino que también articule un plan con el ministerio para la alimentación y otras instituciones, de tal manera que las personas inscritas en el Programa Nacional de Sida puedan beneficiarse de alguna de las acciones dedicadas a la entrega de alimentos, pues no están teniendo una dieta balanceada y su estado físico se deteriora cada día más”.

Por otro lado el defensor de derechos humanos asegura que “el Gobierno se jacta de decir que en el país no hay pobreza y que no hay nadie pasando hambre, cuando la realidad es que millones de venezolanos han dejado de hacer las tres comidas, hay casos de desnutrición y malnutrición, lo que se evidencia en las calles al observar a un gran número de niños, adolescentes, adultos y personas de la tercera edad con aspecto desencajado y débil, pidiendo dinero para comprar de comer o buscando desechos en la basura”.

Según los estándares de nutrición que manejan los especialistas en el área, la ingesta calórica diaria en los hombres y mujeres que no realizan actividad física es de 3.000 y 2.000 calorías respectivamente, mientras en las personas activas es de 3.500 a 6.000 calorías diarias.