Enrique Viloria Vera: Moral y luces siguen siendo nuestras necesidades

Enrique Viloria Vera: Moral y luces siguen siendo nuestras necesidades

Absoluta razón tiene El Libertador quien casi todo lo sabe, porque el que todo lo sabe es el Eterno, en señalar que las necesidades principales de Venezuela son Moral y Luces.

En efecto, en honor al Libertador, debemos rescatar la moral primordial para impedir que los delincuentes de cuello rojo, de boina colorá, de chaleco carmesí, de guayabera escarlata, de franela bermellón, de chaleco granate, continúen apropiándose de la riqueza nacional en nombre de la revolución que pretenden encarnar para su propio beneficio pecuniario.

Debemos rescatar la moral republicana para que los gobernantes asuman su barranco, no mientan más ni crean que el pueblo es pendejo y la patria un cuartel; ni pretendan seguir desgobernando con el concurso de los compañeros de promoción y de los integrantes de la familia que no portan ningún mérito profesional para desempeñar los cargos que ostentan y hunden al país en el caos y la inercia. El primer deber moral de todo gobernante es ser eficiente.0





Las luces de cualquier tipo brillan por su ausencia en esta Revolución que todo pretende iluminar, y que a fuerza de desidia reiterada y prebendas a granel ha sumido al país en una tiniebla decimonónica, en la que velas, antorchas, cirios y quinqués, aunados a eslóganes y clichés bolivarianos de fácil digestión,  se convierten en preciado bien, en incuestionable objeto de modernidad y progreso en esta tierra de montoneras zamoranas y saraos ciprianistas.

En honor al Padre de la Patria, restituyamos la Moral Republicana y las Luces Ciudadanas, porque como bien lo señala Bolívar en su Discurso de Angostura, como si fuese un sufrido súbdito más de la Bolivariana Patria:

“Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia”.