La Venezuela del petróleo ha sido pródiga en leyendas y mitos que nos presentan como un país excepcional, lleno de superhombres que trascienden lo nacional, como país lleno de riquezas y de seres humanos de gran belleza y “chéveres”. Los venezolanos nos hemos considerado los seres más felices del mundo hasta hace poco tiempo, ya inmersos en lo peor de la tragedia chavista. Se va a necesitar un reajuste actitudinal importante, no para comenzar a auto-flagelarnos, sino para vernos como el país que somos: un país pequeño, de gente cuya cualidad esencial siempre ha sido la cordialidad, un país hospitalario, sin pretensiones infladas de grandeza.
Algunas de las leyendas son relativamente inofensivas y otras muy dañinas pero todas ayudan a reforzar una idea errada de lo que somos como país y como gente:
1- Francisco de Miranda fue el amante de Catalina de Rusia. : “En prácticamente todas las notas biográficas sobre Francisco de Miranda los autores suelen decir que tuvo un “affaire” con la Emperatriz (zarina) Catalina II, la Grande, de Rusia; pero inmediatamente agregan la advertencia de que: “no creen en ese cuento de caminos”. No obstante el cuento persiste y lo repiten muchos venezolanos y hasta lo repetía Chávez, quien se creía irresistible. Sin embargo cuando Miranda visitó Rusia, ya Catalina estaba bastante pechugona, casi sesentona.
2. “Venezuela es como un cuero seco. Lo pisan de un lado y se levanta en el otro”. Lo decía Antonio Guzmán Blanco. Exageraba pues se refería a tiempos de caudillos regionales, difíciles de mantener contentos. Lo cierto es que Venezuela ha sido pasto fácil de dictadorzuelos y tiranuelos de todas las categorías, desde los Monagas hasta Nicolás Maduro, mientras el pueblo se ha mantenido en esencial pasividad.
3- “Las calles de las ciudades del mundo están pavimentadas con asfalto venezolano”. Así lo repite un articulista de APORREA, al decir: “En Guanoco –nombre de indio Warao- en el estado Sucre, se encuentra la mina del Lago de alquitrán más grande del mundo, de donde salió el asfalto para pavimentar las avenidas como la Gran Manzana, la 5ª Avenida, Pennsylvania Street, Woodward St., de Nueva York, Filadelfia, Detroit, Washington en los benditos EE.UU. Pero esa historia jamás los estadounidenses le han dado la importancia ni la nombran en su vida…”. Otros van aún más lejos y dicen: “El lago de asfalto de Guanoco fue explotado entre los años 1870 y 1900 y las ciudades de Nueva York, Detroit, Filadelfia y Washington en Estados Unidos y Rio de Janeiro y Sao Paulo en Brasil están pavimentadas con el asfalto de este lago”.
La verdad es que, quizás, en alguna ocasión, se exportó asfalto de Guanoco pero ciertamente no para cubrir grandes porciones de las calles y avenidas de ese país o de Brasil.
4- “El papa escucha el POPULE MEUS de Lamas todos los viernes santos”. Es algo que vengo oyendo desde que estaba pequeño. Francisco Suniaga nos dice: “José Ángel Lamas era de La Guaira, era muy pobre y, como casi todos los músicos, guardaba con el aguardiente una estrecha camaradería. Que la partitura, que alguna vez había empeñado a cambio de una botella, estuvo extraviada por años y que sólo se dio a conocer después de su muerte. Me dijo también que el Popule Meus era una de las muy contadas piezas sacras que tocaban los viernes santos, en Roma, en la mismísima catedral de San Pedro, donde la escuchaba gente de todo el mundo, y que como venezolano debía siempre sentirme orgulloso de eso”. Sin embargo, nos advierte Suniaga: La verdad es que nunca ha sido así.
5- Josef Stalin era hijo de Juan Vicente Gómez con una bailarina rusa.
Luis Barragán nos cuenta la siguiente leyenda, la cual estuvo muy arraigada en Venezuela, ver: http://lbarragan.blogspot.com/2014/05/vieja-suposicion.html: La ficción sitúa a un Juan Vicente Gómez visitando uno de esos circos gitanos, acaso leyéndose el tarot con la zíngara cuyo exotismo sin duda llamaría la atención del tachirense. Estamos en febrero o marzo de 1878. Nueve meses después, el 18 de diciembre, nacería en Gori, ciudad georgiana cerca de la capital Tiflis, Yosef Vissarionovich Dzugashvili, mejor conocido como José Stalin. ¿Fue acaso uno de los 63 hijos que tuvo Gómez y que, según quienes lo conocieron, llevaba anotados en un cuaderno, así como las mujeres con las que tuvo relaciones?
6- “Venezuela es el mejor país del mundo”. Si ello lo pensáramos cada uno de nosotros por razones afectivas, ello no tendría problema alguno. Pero es que la sociedad venezolana llegó a creer, por generaciones, que Venezuela era realmente el país más chévere, de las mujeres más bellas y las montañas más altas. Cuando un avión se estrelló contra el EMPIRE STATE en Nueva York, Panorama de Maracaibo reportó que un avión había chocado contra el edificio “más alto del mundo”. De inmediato, centenares de maracuchos salieron para la Plaza Baralt a ver “los restos del avión”. Ese narcisismo nos mantuvo por algún tiempo, como “el país de la gente más feliz del mundo” en las encuestas internacionales. Chávez y Maduro se han encargado de sacarnos de ese error pero el chofer sigue hablando de Venezuela, país potencia.
7- Las Industrias Básicas y Estratégicas deben ser manejadas por el estado. Esta conseja ha sido trágica para Venezuela. Los gobiernos, sobre todo los dictatoriales de Chávez y Maduro, han definido como básicas y estratégicas casi todas las industrias, desde la extracción de petróleo hasta las líneas aéreas , lo cual las ha llevado a una ola de expropiaciones y confiscaciones que ha arruinado al país. En los países avanzados y prósperos el estado no es empresario. Lo sensato es, como decía Diego Bautista Urbaneja hace algunos años, que las únicas industrias básicas y estratégicas en manos del estado sean la Salud y la Educación.
8- Venezuela ha logrado su soberanía alimentaria expropiando las empresas agroindustriales y dándole las tierras a los pobres. La distribución arbitraria de tierras a los seguidores del régimen chavista, así como la expropiación de empresas agroindustriales han causado un desabastecimiento alimenticio tan agudo que la población venezolana está pasando hambre y miles de niños crecen desnutridos o mueren de mengua. En nombre de una perversa ideología política desacreditada en todo el mundo el régimen que acogota a Venezuela se mantiene al pueblo al borde de la inanición y hasta se utiliza esta tragedia para abusar de los derechos políticos de los venezolanos.
9- La corrupción no es mala cuando sirve los propósitos de la revolución. Así lo ha dicho el desacreditado Ali Rodríguez Araque: “desde el punto de vista moral y ético, es lícito robar, siempre y cuando este dinero sea para la revolución’, ver: http://sieteclicks.com/2016/04/19/ali-rodriguez-araque-es-licito-robar-siempre-y-cuando-ese-dinero-fuera-para-la-revolucion/ Esa curiosa filosofía de Rodríguez Araque ha permitido que los chavistas se llenen los bolsillos, siempre y cuando sigan siendo leales al narco-régimen.
Ojalá se instale en Venezuela un liderazgo moderno, honesto, que le hable claro al país sobre sus fortalezas y debilidades. Si esto no sucede, Venezuela será siempre un país mediocre.