Súper sábado sensacional, por Joaquín Chaparro O

La realidad social, política, económica y situacional culturalmente hablando, rompe el paradigma de la violencia política nacional en Venezuela, debido a un incidente, quizás planificado con premeditación y alevosía, o por razones fortuitas de la vida, como el estallido de una bombona de gas licuado doméstico en una de las viviendas cercanas a un evento oficial que con motivo del 81 aniversario de la Guardia Nacional y el día de la Bandera patria hizo creer al alto mando militar que era un atentado, un magnicidio, craso error, un hecho casi insignificante que revela inmediatamente la posición del régimen acusando a la ultra derecha apátrida en combinación con la Oligarquía Colombiana para asesinar al Presidente de la República, por tal razón, desde este momento todos somos objetivo político para el régimen.

El conflicto de ilegitimidad entre el jefe de Estado y el país nacional genera una aguda desesperanza en el ciudadano que no encuentra alternativa a la creciente “violencia política” que genera el propio Estado como argumento para señalar, perseguir e imputar a los opositores, esa conflictividad, se deriva de la propia imagen negativa que la gente tiene del régimen, de cada 10 ciudadanos, nueve están en contra de las políticas públicas entreguistas, hambreadoras y represivas de Maduro y todo su gabinete.





No se trata de ganar guerras económicas, que sólo existe en la mente de estos gobernantes trasnochados, que viven en la abundancia como burócratas con linaje producto del dinero mal habido proveniente de la corrupción administrativa, sino de hundir en el caos a la población “esa es la meta del régimen,” mientras controla los recursos estratégicos de la nación.

Es un hecho innegable, visible, comunicacional que el régimen está contra la pared, la pérdida de legitimidad de Nicolás Maduro es total, y esa condición, le quita soporte “político” a su régimen.

La crisis de legitimidad de la cúpula de enchufados maduritas vienen desnudando sus procedimientos tácticos y logísticos en contra de la población, la cual se encuentra sin dirección política producto de los errores que hemos cometido desde la oposición, los cuales debemos rectificar urgentemente, de lo contrario el vacío opositor, será peor que el “vacío de poder” generado por Maduro y su gabinete de burócratas y los verdaderos intereses que nada tienen que ver con el ciudadano.

Las conspiraciones militares existen a decir del propio régimen, el alto mando lo sabe, pero la oposición no tiene mandos para impulsar un movimiento insurreccional que rechazamos, puntualizo rechazamos, toda forma violenta para resolver la crisis política, económica, social, ética y moral que vive Venezuela, demás no aplica en las actuales condiciones que el régimen de Maduro y su gabinete de burócratas lo ha sumergido. Esto, en gran medida, explica la exacerbada aparición de un magnicidio en cadena nacional al mejor estilo del Súper Sábado Sensacional, para abrir una carrera de persecución y atropellos a los líderes opositores y entronizarse en el poder perpetuamente, que será su fin principal y su fin último.

El régimen, miente, ¿por qué será? No lo sabemos, aún. Lo que si sabemos que el espectáculo montado en la avenida Bolívar de Caracas es curioso, porque no celebrar el 81 aniversario en la academia militar, porque de una vez atrapan a los llamados culpables, tantas interrogantes que solo pertenecen a un libreto históricamente conocido y elaborado en los laboratorios de la pseudo inteligencia cubana, así era la forma como legitimaron por 52 años al dictador Fidel Castro, con más de 800 ensayos de magnicidio, propio de una novela dantesca y criminal que pronto terminara su guion.

@joaquinchaparro