La OPEP acaba de publicar el Boletín Mensual del Mercado Petrolero correspondiente a Agosto 2018, en el que muestra el desplome sostenido de la producción de la estatal petrolera PDVSA, ubicándose en 1,278 millón de barriles por día (bpd) el pasado mes de julio, según sus fuentes independientes o secundarias. Una reducción de 47,7 mil bpd (3,54%)con respecto a junio. En 7 meses, Venezuela pierde 467 mil bpd, una caída acumulada equivalente a 27% que en términos de ingresos a la caja de Pdvsa representa una caída de $870 millones.
lapatilla.com
Según la comunicación directa con el Ministerio de Petróleo, la producción de Venezuela cayó 62 mil bpd, colocándose en 1,469 millón bpd.
Si Venezuela mantiene este nivel de producción, la caída interanual estará en 42% en diciembre. Además, Venezuela produjo 694 mil b/d por dejado de la cuota asignada de la OPEP de 1,97 millones b/d.
Para el director ejecutivo de Inter-American Trends, Antonio de la Cruz, “la caída sostenida de la producción de petróleo en Venezuela es indetenible. Estará [Venezuela] produciendo alrededor de 1 millón de barriles a fin de año”.
Asimismo, el director ejecutivo de Inter-American Trends añadió que en julio “Venezuela exportó 480 mil bpd a EE.UU., según la Agencia de Información de Energía estadounidense”. Una reducción de 102 mil bpd con respecto al mes anterior, y 254 mil bpd menos en relación a julio 2017.
La empresa Baker Hughes reporta en su informe “International Rig Count” de Mayo que la actividad de taladro en Venezuela aumentó 2 taladros en los trabajos en tierra. De las 28 plataformas de perforación, 26 en tierra y 1 en el lago fueron asociadas al área de petróleo, y 1 en el área de gas.
En cuanto al precio del barril de petróleo venezolano, la OPEP indicó que el crudo tipo Merey (marcador de Venezuela) se ubicó en $70,37 para el mes de julio, un incremento de 1,6% con respecto al mes anterior.
En 2018, el precio promedio del crudo Merey, marcador de la cesta venezolana, se ubicó en $63,26, un incremento de $18.29% con respecto a 2107. Un efecto que no se observa en el flujo de caja de PDVSA por la caída sostenida de la producción.