Pedro Vicente Castro Guillen: Maduro, un neoliberal de closet

Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog

Chávez debe estar revolcándose en su tumba ante la revelación de Nicolás como un neoliberal que permanecía encerrado en el closet y que ahora emerge con una furia salvaje con un paquete de ajuste económico que deja como niño de teta a cualquier funcionario del FMI. Nicolás está verdaderamente en exceso.

Ahora bien, esta excedido no por neoliberal, sino porque lo que propone como paquete de ajuste es un verdadero esperpento que hará desaparecer la poca estructura económica que aún quedaba. De llegarse a implementar tal adefesio sin lógica económica, donde una medida como el anclaje cambiario al petro, que a su vez queda fijado al precio del barril de petróleo, por muy ficticia que sea esta operación, el único sentido que tiene es mandar el mensaje de que el régimen está dispuesto a reprimir la emisión inorgánica de dinero, pero resulta, que simultáneamente lo destruye cuando suelta un montón de bolívares inorgánicos en forma de un aumento de salarios que carece de sentido de la realidad porque enviará a la quiebra al poco sector empresarial que todavía queda y además ordena un bono de guerra –hay que ver- de Bs.60,00 soberanos que avivará con vigor el actual incendio hiperinflacionario. El régimen quita cero y en el mismo acto le agrega ceros de nuevo a los precios.

Pero, por si fuera poco, a una población extenuada con salarios reales francamente deficitarios le carga un aumento del IVA de cuatro puntos (de 12% al 16%) y al sector privado de un esquema de pago del ISRL que complicará sus operaciones diarias y volverá a imponer el impuesto a las transacciones financieras para los contribuyentes especiales, todo un enredo que será trasladado a los precios y será el consumidor final quién pagará semejante dislate del nuevo esquema tributario. Mas gasolina a la hiperinflación haciendo más penosa la vida de los venezolanos que está siendo aún más empobrecido por unas medidas que son el producto de una ignorancia económica ominosa.





Hay que agregar el anuncio de pasar el precio de la gasolina a los estándares internacionales: de prácticamente gratis a pagarla en dólares como cualquier ciudadano del mundo, es una verdadera salvajada que los venezolanos arruinados no estamos en capacidad de asumir.

Este es un verdadero paquete desestructurado socialista, que tiene muy poco que ver con lo que propondría la ciencia económica. No se trata de discutir por separado cada una de las medidas, si es justo o no el aumento de salario o el aumento de precio de la gasolina, se trata, esto es lo importante, de que lo que le da un carácter estructural a un programa económico es como se articulan un conjunto de medidas de política: económicas, financieras, cambiarias, fiscales, de precios, para lograr un conjunto de objetivos: frenar la hiperinflación, estabilizar el cambio y reorientar la economía hacia un mercado abierto y competitivo que estimule la oferta interna y externa. Todo esto debe estar en coordinado por la propuesta de ajuste, cuestión que no sucede con el popurrí de ocurrencias que ha propuesto Maduro.

No se puede proponer al mismo tiempo combatir el déficit fiscal y tirar a la calle una masa de dinero inorgánico en forma de salarios y bonos de guerra. No se puede proponer que se abatirá la hiperinflación con un esquema financiero y cambiario ficticio que no obtendrá la confianza de los actores económicos. No se puede buscar la confianza del sector privado y luego anunciar un conjunto de medidas salariales, tributarias y de control de precios que harán que cierren las puertas.

Es decir, “la síntesis dialéctica” entre medidas económicas de ajuste y populismo desmedido, eso no existe, de la misma manera, que no se puede obtener respaldo para un programa de estabilización en un juego de espejos de yo con yo en donde el régimen no está dispuesto a concertar nada: o te la calas o te la calas. Esta tampoco existe.

Un programa de ajuste no sólo debe negociarse adentro, sino que debe ser negociado con los organismos financieros multilaterales como el FMI, que es la única manera como este régimen puede tener acceso a dinero fresco. La pretensión de ir a un nuevo régimen cambiario sin Reservas Internacionales, sin crédito internacional, confiando en algo ficticio como el petro no es posible. Entre otras cosas, porque nuestra única fuente de divisas que es PDVSA esta reducida a chatarra y tiene una perdida consistente de la producción petrolera lo que hace que nuestro ingreso en dólares este seriamente comprometido.

Con lo que es muy posible esperar que todos estos anuncios de Nicolás se conviertan en un aceleramiento de la descomposición de la economía en forma de aumento hiperinflacionario, lo que significará mayores penalidades para la población.

Sólo el regreso a un régimen republicano y democrático, será capaz de conducir este país hacia los procesos que son necesarios para terminar con la crisis política, económica, social y cultural que padecemos.

Pedro Vicente Castro Guillen                          @pedrovcastrog