Víctor Jiménez Ures: ¿Se sacaría Ud. el carnet de la Patria? Lea primero

Víctor Jiménez Ures: ¿Se sacaría Ud. el carnet de la Patria? Lea primero

Víctor Jiménez Ures

Que Venezuela no tiene dólares ni forma de respaldar al petro era algo que veíamos venir, de allí que nuestros pronósticos fueren tan reservados al respecto; no se puede dolarizar una economía sin dólares, ni se puede aplicar un “paquetazo liberal” poniendo todo tipo de regulaciones a la economía. En realidad, la utilización del término “liberal”, acuñado por diputados de la oposición, no puede menos que calificarse como triste, desacertada y, sobre todo, preocupante.

Lo que se está aplicando a Venezuela pudo ser un choque económico con resultados positivos a la larga, pero tristemente no lo es, entre otras cosas porque no hubo una liberación real. En este tipo de intervenciones lo que se busca es sincerar la economía y dolarizarla de hecho y de derecho, permitiendo que sea el mercado, sin ninguna intervención del Estado, quien regule, mediante oferta y demanda, el costo de la divisa extranjera y por tanto, de los bienes y servicios.

Así las cosas, para que funcione, se hace necesaria una ingente inversión que permita la resurrección de la economía, en otras palabras: Se requiere que fluyan millones de dólares. En condiciones normales, el rescate de las economías severamente comprometidas se logra a través de ayudas económicas que, desde luego, vienen condicionadas a la implementación de medidas de obligatorio cumplimiento, que buscan garantizar el éxito del plan y el retorno del dinero prestado. En líneas generales, este tipo de ayudas las otorga el FMI (Fondo Monetario Internacional), la Unión Europea o algún país aliado con intereses en la región. Ojo, no se trata de una fórmula mágica, basta ver la situación actual de Argentina, donde se ha hecho de todo, y sin embargo, la devaluación sigue ganando terreno.

¿Quién puso el dinero para reflotar a nuestra ahogada economía? Al parecer nadie… por un lado no le pueden pedir préstamos al FMI (ni a ninguna institución del mundo occidental) sin traicionar al comunismo que tanto defienden, y por el otro lado, no quieren atarse a las condicionantes que les van a imponer y que, en la práctica, les quitarían el control político que necesitan para sobrevivir. El dilema al que se enfrenta la dictadura es el siguiente: ¿Cómo reflotar la economía y al mismo tiempo mantenerse en el poder? Tómese en cuenta que solo saben-pueden gobernar mediante el chantaje social y demás prácticas hambreadoras disfrazadas de regulaciones económicas; de allí justamente que las medidas implementadas hasta el momento hayan sido tan erráticas y contradictorias.

A groso modo, según el sistema previsto actualmente, cuando un inversionista extranjero quiere traer sus dólares al país y cambiarlos en bolívares, sólo puede hacerlo a través de las casas de cambio autorizadas y al tipo de cambio oficial… indiferentemente del valor real del mercado. Luego, esos dólares que llegan al país a través de las casas de cambio, supuestamente, pasan a subasta pública, donde le son finalmente adjudicados a la población a precio oficial… este es el engorroso y burocrático método, que teóricamente “machacará” al dólar paralelo.

Cuando se realizó la primera subasta pública de divisas después de la implementación de las medidas económicas, el jueves 23 de agosto de 2018, se esperaba que corrieran caudales de dólares que calmaran la sed del mercado e hicieran innecesaria la existencia del dólar paralelo; sin embargo, solo se ofrecieron 40.000 dólares para personas naturales… ¡cuarenta mil dólares para sostener la economía de todo el país! Obviamente, el dólar paralelo reafirmó su existencia y elevó su estatus delante del malhadado bolívar soberano.

¿Cuál fue la reacción de los genios que asesoran a Nicolás Maduro? Ajustar el rumbo de la nave (en otras palabras, están improvisando) e intentar forzar (nada forzado sale bien) la entrada de divisas oficiales al país para tener algo que ofrecer en las subastas semanales. Desde luego, al no generar un clima de confianza que atraiga al capital extranjero, lo que se les quedó fue echarle mano a los miles de dólares que orbitan en nuestra economía, cuyo origen es el trabajo y esfuerzo de todos los venezolanos en el extranjero, que buscan mantener a sus familiares atrapados en las ruinas de nuestro país. Las nuevas regulaciones bancarias de la SUDEBAN, que pretender prohibir a los venezolanos en el exterior ingresar a los servicios de Banca Electrónica de las entidades financieras nacionales, no son más que una reafirmación de lo que veníamos diciendo: no tienen dólares.

En conclusión, a menos que alguien los rescate económicamente, su sistema colapsará, pues hasta el momento se han negado a entender que el precio del dólar paralelo y los índices inflacionarios están intrínsecamente ligados a las regulaciones que ellos mismos imponen sobre el mercado. Lo cual nos lleva al Carnet de la Patria, el aumento de salario y los múltiples bonos y ayudas económicas…

CRÓNICA DE UNA QUIEBRA ANUNCIADA

No hay dólares… pero hay Petros… omitamos que se trata de una criptomoneda que no genera confianza alguna, y que además se basa en reservas petroleras que no podemos extraer del subsuelo por carecer de capacidades técnicas… Hay petros y es lo que importa. Al final, se supone que los Bolívares Soberanos están “anclados” a los petros, y si hay un número finito de petros, obligatoriamente los bolívares soberanos también son finitos.

Ahora, sabiendo que no hay dólares, y que los bolívares soberanos en teoría ya están contados, a la Dictadura se le hace muy cuesta arriba seguir manteniendo su gigantesca administración pública, los subsidios y las ayudas sociales. Visos de lo anterior podemos encontrarlos en las declaraciones de Padrino López, quien aseguró la inviabilidad de mantener la muy ventajosa tabla salarial de las Fuerzas Armadas, que apenas habían estrenado en julio, y que ajustaba el sueldo según la graduación de la soldadesca, dejando a los militares de rango medio devengar salarios hasta 20 veces por encima de los profesionales civiles… pues bien, la alegría les duró poco… necesitan ahorrar. (Resaltante: la obvia improvisación… no nos extrañe que en los próximos días se apruebe algún crédito especial para mantener feliz al ejército)

Entonces, en materia de ayudas sociales, no pueden seguir pagando tantos subsidios, pero tampoco los pueden quitar ¿Qué hacer entonces? Se les ocurrió dividir a la población entre quienes seguirán percibiendo las ayudas, y quienes no. Más aún, disfrazando los subsidios con la cara más fea del chavismo lograron que buena parte de la población se autoexcluyera. Por ejemplo: otorgar el subsidio para la gasolina solo a quienes tengan el Carnet de la Patria es una estrategia bastante inteligente, pues saben que el piso duro del chavismo (si es que les queda algo) generalmente anda a pie, y por interpretación en contrario, casi todos los venezolanos con vehículo propio (con sus excepciones) son opositores.

Según el escenario anterior, que al menos la mitad de los opositores sea tan radical como para abstenerse de carnetizarse, prefiriendo pagar estoicamente el precio “internacional” de la gasolina, es un regalo para la dictadura, y también un significativo alivio, al menos temporal. En cualquier caso, insistimos, si no recibieren ayuda internacional, podrían presentarse los siguientes escenarios:

1) No se darán abasto y comenzarán a recortar gastos corrientes y ayudas sociales. El pueblo saldrá a la calle para reclamar los subsidios prometidos, y el sistema colapsará.

2) Traicionarán al petro e imprimirán dinero inorgánico para satisfacer los saldos políticos y tratar de generar un clima de estabilidad y falsa bonanza por lo que queda de año… pero al existir tan pocos dólares en el mercado la inflación se disparará a niveles no vistos, escasearán todos los productos imaginables, la crisis humanitaria se agudizará y finalmente el sistema colapsará.

En opinión de quien suscribe, Nicolás Maduro y su banda se decantarán por la segunda opción, pues su estrategia es jugar con las variables, improvisar sobre la marcha y ganar tiempo… Al fin y al cabo, cada segundo cuenta cuando sabes que terminarás ante la Corte Penal Internacional.

¿QUÉ PUEDE HACER LA MUD?

Para empezar, curarse la ceguera auto inducida que tanto daño le ha hecho, y saber leer los tiempos y las realidades; y en este respecto, asimilar los viejos refranes “La Plata no tiene amigos” y “La necesidad tiene cara de perro”.

– LA PLATA NO TIENE AMIGOS

No hay nada más cobarde que el capital, los empresarios solo quieren producir… y últimamente sobrevivir, y en este contexto, particularmente desacertado fue el llamado a Huelga General el 22 de Agosto, pues más allá de las definiciones terminológicas, si algo ha entendido el sector privado en Venezuela es que no hay Estado de Derecho y quien acate un llamado a paro (o huelga) se expone al riesgo de ser expropiado por la dictadura. ¿Muchas empresas están quebrando? Sin dudas… y muchas otras quebrarán en los próximos meses… sin embargo, los comerciantes son sobrevivientes natos, y cada quien buscará salvar su negocio, grande o pequeño, y resistir la tormenta como mejor pueda, sin importarle mucho lo que suceda con el resto de sus colegas. Justo por ello, FEDECÁMARAS no se unió al llamado de la MUD.

Para el sector privado la ecuación es sencilla y meramente pragmática:

* El actual modelo económico llevará a la quiebra. Fin.

* Apoyar a la MUD (sin objetivos claros) llevará a la expropiación. Fin.

* Apoyar a la dictadura en el cambio de sistema quizá podría funcionar. (+)

– LA NECESIDAD TIENE CARA DE PERRO.

Es muy cómodo, e incluso egoísta, pretender que una población cada vez más depauperada entienda de conceptos ideológicos y abstracciones políticas alejadas de sus insatisfechas necesidades básicas. Cuando la MUD asume posturas tan tajantes respecto al Carnet de la Patria, se arriesga a ser desobedecida por esa misma población que hace un año de manera religiosa trancaba las calles a las 2:00 pm y las abría a las 5:00 pm según dispusiera la dirigencia política.

No todos pueden sobrevivir sin las ayudas sociales que da la dictadura, esa es una grotesca realidad que no podemos ignorar, aunque quisiésemos. Entiéndase además que por muy en desacuerdo con la dictadura que estén los más necesitados, hacerles presión desde las rozagantes y bien alimentadas cúpulas de la MUD para que no se saquen el Carnet de la Patria (hasta el extremo de hacerles sentir Parias por el solo hecho de tener hambre y carecer de recursos económicos) es poco menos que deleznable, inhumano y reprochable. En este contexto, la criminalización hacia quienes se ven obligados a sacarse el Carnet de la Patria solo contribuye a ensanchar el abismo entre el pueblo llano y la dirigencia política opositora.

Deberíamos tomar en cuenta, más bien, todo lo anteriormente dicho, y vislumbrar el hecho de que si toda la población estuviese carnetizada, la dictadura no tendría suficientes recursos para honrar todos sus compromisos o bien, se vería forzada a crear dinero inorgánico; siendo que ambas opciones son igualmente malas para ellos, y los llevan al mismo final.

Falta poco, pero falta lo peor.

Víctor Jiménez Ures.

@VJimenezUres

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