Muerte de la mentira por Julio César Arreaza B. slick.min.js

Muerte de la mentira por Julio César Arreaza B.

El comodín preferido y con el que siempre se ha manejado y sorteado cualquier cantidad de circunstancias el narco poder es la mentira, eso se lo impregnaron en los tuétanos sus conductores cubanos castristas. El más alto exponente del antivalor de la mentira era el comandante eterno, pero el heredero impuesto a dedo ha superado al maestro. La vida en la mentira es lo común de los totalitarismos y pretenden instalarlo en el saber de la nación sojuzgada. Pero la mentira al final del día, por mucha propaganda millardaria que la soporte, tiene patas cortas y el bien siempre vencerá al mal.

Nos emociona destacar un ejemplo elocuente y edificante de hoy, de como David vence a Goliat. Nuestros gloriosos viejitos pensionados, constructores de democracia y país, enfrentaron y se le plantaron a Maduro y lo desenmascararon en su mentira acerca del cobro de sus pensiones. Esto es una victoria ante el poder sostenido por la frágil fuerza de la violencia física, emocional y comunicacional. Tomemos nota de estas victorias que aunque pequeñas son grandes y señalan el camino del triunfo de la libertad. Se trata de la misma victoria que le propinaron al rey de la mentira el 20 de mayo, quienes no cedieron ante el chantaje de quitarles las bolsas de comida, y mostraron ante el mundo la soledad de soledades que brilló ese día en todo el país en que se realizaba un fraude masivo. Otra victoria pequeña pero que suma fue el fracaso del censo automotor, los transportistas no acudieron a censarse. Allí esplende el ejemplo de las valientes enfermeras que se mantienen en paro por las mejoras del sistema de salud que carece de los mínimos insumos y la defensa de sus derechos.

Todos los ejemplos descritos nos dan la pauta a seguir, ir sumando una a una victorias para acumular la fuerza necesaria para la victoria final a la ignominia. Organizarnos por la base y seguir cosechando victorias reales y dignas, que confluyan en la salida del poder al narco régimen. El valor de la organización para defendernos nos hará imbatibles. Marginemos a los traidores de siempre, a la cara política de la mafia en el poder.





Las medidas del 17-9, el paquetazo, significaron un shock destructivo. Aceleraron la inflación, no fueron tranquilizadoras ni estabilizadoras, ni sirvieron de estímulo a la producción nacional. Los planazos a la economía para reprimirla no sirven y crean sobrerregulación. Aumentaron los riesgos de la inversión y la opresión sobre la gestión privada. Así no se atraen capitales sino se produce temor. Vivimos la distorsión de no tener moneda, ya la hiperinflación se tragó la mitad del aumento salarial. La solución es política: la salida del régimen y elecciones limpias.

¡Libertad para los presos políticos y regreso de los exiliados!