¿Será que tienes depresión vaginal?… entérate de qué se trata

¿Será que tienes depresión vaginal?… entérate de qué se trata

 

Un nuevo estudio confirma que la falta de sexo puede ser la causante de que tu vagina esté deprimida. Todo el mundo habla de los síntomas de la depresión como un trastorno psicológico grave y cómo lidiar con ella, pero muy pocas mujeres saben que también existe la depresión vaginal, reseña Cultura Colectiva.





Sí, aunque no lo creas, tener una vagina deprimida es una condición real, respaldada por la ciencia y a ese trastorno se le conoce como Vulvodinia. Pero, ¿cómo es esto posible?

La vulvodinia es una molestia o un dolor crónico en la zona que rodea la abertura de la vagina (vulva) que no tiene una causa identificable y que dura tres meses como mínimo. El dolor, el ardor o la irritación relacionados con la vulvodinia pueden causar tanta molestia que sentarte durante períodos largos o tener sexo se vuelve impensable. El trastorno puede durar unos meses o años, explica a su vez Mayo Clinic.

Si padeces de vulvodinia, no dejes que la ausencia de signos visibles o la vergüenza de hablar sobre los síntomas eviten que busques ayuda. Hay opciones de tratamiento disponibles para reducir las molestias. Además, es posible que el médico pueda determinar una causa para el dolor vulvar; por lo tanto, es importante que te examine.

La abstinencia sexual puede llevar a la atrofia vaginal, que hace que la pared de la vagina se adelgace. En tal sentido Los médicos coinciden en que algunos de los factores que pueden contribuir con la vulvodinia, además de la debilidad en el suelo pélvico, que sostiene el útero, la vejiga y el intestino, se encuentran: Lesiones o la irritación de los nervios que rodean la región de la vulva; Infecciones vaginales anteriores; alergias o piel sensible; cambios hormonales y espasmos musculares.

Los tratamientos para la vulvodinia se centran en aliviar los síntomas. No hay un tratamiento que funcione para todas las mujeres. Para muchas, una combinación de tratamientos es lo que mejor funciona. Encontrar los tratamientos adecuados puede llevar tiempo, al igual que empezar a notar alivio después de iniciar un tratamiento.

Algunas opciones de tratamiento son:

Medicamentos. Los esteroides, los antidepresivos tricíclicos o los anticonvulsivos pueden ayudar a reducir el dolor crónico. Los antihistamínicos pueden aliviar la picazón.

Terapia de biorretroalimentación. Esta terapia puede ayudar a reducir el dolor al enseñarte a relajar los músculos pélvicos y a controlar el modo en que el cuerpo responde a los síntomas.

Anestesia local. Los medicamentos, como el ungüento de lidocaína, pueden brindar un alivio temporal de los síntomas. El médico te puede recomendar la aplicación de lidocaína 30 minutos antes del acto sexual para reducir las molestias. El uso de un ungüento de lidocaína puede provocar que tu pareja tenga un entumecimiento temporal después del contacto sexual.

Bloqueadores nerviosos. Las mujeres que padecen dolor persistente que no responde a otros tratamientos quizá puedan beneficiarse de las inyecciones locales de bloqueadores de nervios.

Terapia para el suelo pélvico. Muchas mujeres con vulvodinia sufren tensión en los músculos del suelo pélvico, que sostiene el útero, la vejiga y el intestino. Los ejercicios para relajar esos músculos pueden ayudar a aliviar el dolor provocado por la vulvodinia.

Fuente: The Mayo Clinic