Bolsonaro consolida favoritismo, Haddad gana terreno hacia presidenciales en Brasil

Bolsonaro consolida favoritismo, Haddad gana terreno hacia presidenciales en Brasil

Jair Bolsonaro consolida su favoritismo para la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil. |  REUTERS/Nacho Doce/Paulo Whitaker/Leonardo Benassatto/Adriano Machado/File Photos

 

Jair Bolsonaro consolidó su favoritismo para la primera vuelta de las presidenciales del 7 de octubre en Brasil, en tanto que el candidato designado por el expresidente Lula, Fernando Haddad, alcanzó la segunda posición junto al centrozquierdista Ciro Gomes, indica una encuesta Datafolha divulgada este viernes.

AFP





Según el sondeo realizado entre el jueves y el viernes, Bolsonaro, hospitalizado por una puñalada en el estómago, tiene 26% de intenciones de voto, dos puntos porcentuales más que en el estudio anterior, de inicios de esta semana.

Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), subió de 9% a 13%, en la primera encuesta tras su oficialización el martes como sustituto del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que era el gran favorito hasta que su candidatura fue invalidada debido a su situación judicial.

Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT), se estanca en 13%, precisa el estudio, que se llevó a cabo con 2.820 encuestados y presenta un margen de error de dos puntos porcentuales.

En cuarto lugar, con 9% (un punto menos que a inicios de la semana), quedó el centroderechista Geraldo Alckmin (PSDB), favorito de los mercados. La intención de voto por la ecologista Marina Silva cayó de 11% a 8%. Hace un mes, tenía 16%. Bolsonaro, un admirador de la dictadura militar (1964-1985), sigue ostentando el mayor índice de rechazo, de 44% (43% a inicios de la semana), frente a 26% de Haddad y 21% de Gomes.

En la segunda vuelta, Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), sería derrotado por Ciro Gomes (por 45% a 38%) pero tendría un punto más que Haddad (39% a 38%), en un eventual empate técnico en un duelo qie ejemplificaría la polarización de estas elecciones, las más inciertas de las últimas décadas en Brasil.