Más de 40 familias guayanesas afectadas por terremoto de agosto denuncian que sus casas están en peligro

Al menos 44 casas en San Félix presentan daños a raíz del sismo del 21 de agosto. Familias temen derrumbe si autoridades no prestan la oportuna atenciónFotos Jhoalys Siverio

 

 

Autoridades de Protección civil, Gobernación de Bolívar e Inviobras han acudido hasta las casas del sector El Roble en San Félix, específicamente a la calle Caroní y al callejón Caroní, de El Mangal. Han recomendado desalojar por los evidentes daños a las 44 viviendas afectadas. Sin embargo, las familias no han recibido una propuesta de solución habitacional y manifiestan no tener a dónde ir. La situación contrasta con la versión que dio el alcalde Tito Oviedo al afirmar que todas las edificaciones estaban aptas para ser habitadas, publica Correo del Caroní.





El 22 de agosto, un día después del sismo de 7.3 grados de magnitud que se sintió en varios estados del país, el alcalde Tito Oviedo informó que en el municipio Caroní se habían registrado 48 afectaciones, 22 de ellas con daños menores y solo una de gravedad en una vivienda ubicada en la parroquia 11 de Abril. Nada dijo sobre las familias de El Roble, San Félix, específicamente las del callejón Caroní y de la calle Caroní, en el sector El Mangal.

Los desalojos habían sido provisionales, ya que -afirmó- los daños solo eran de mampostería y no estructurales.

A casi un mes del sismo, las familias afectadas de este sector siguen esperando respuesta para una solución habitacional, pues -aseguran- lo único que les han dicho es que deben desalojar. Vecinos contabilizan por lo menos 44 casas afectadas, siete de ellas con daños mayores.

“Tengo que estar afuera en el patio porque tengo miedo que en cualquier momento se me caigan las paredes encima. No tengo a donde irme, a mi nietico, que es discapacitado, tuve que sacarlo. Sufro mucho porque soy una persona enferma también”, manifestó Santa de Moreno, una de las afectadas.

Sus vecinos manifestaron su preocupación porque es mayor y recientemente se cayó, debido a los desniveles del piso ocasionados por las grietas y el cemento levantado.

Así están casi todas las casas. De hecho, ninguna tiene suelo plano ahora. Algunas puertas no llegan a abrir completamente precisamente por el desnivel del suelo.

Noris Alcalá toma una parte del marco de la pared que da hacia la cocina. Fácilmente se sale de la estructura. Las grietas -comentó- cada día son mayores.

“Casi no duermo porque me da miedo que todo eso se venga abajo. En el día tratamos de tener a los niños cerca de la puerta, para cualquier cosa sacarlos rápido”, señaló Stella Motta, otra de las afectadas.

Refugiarse en casa de vecinos

A pesar que el alcalde Tito Oviedo dijo un día después del sismo del 21 de agosto que todas las edificaciones podían ser habitadas, en el sector El Mangal hay 44 casas afectadas, 7 de gravedad

 

 

Todos temen dormir en sus propias casas. Algunas familias lo hacen porque no tienen a dónde más acudir. En cambio, Marlene Jiménez y su familia duermen en casa de Omelis Hernández. Ambas son afectadas, pero los daños de la vivienda de esta última son menores.

“En el día hacemos nuestras cosas, como cocinar, y ya en la noche nos vamos a la casa de la vecina porque acá nos da miedo dormir. Tengo un hijo discapacitado y aquí también vive un menor de edad, es un peligro para ellos”, señaló Jiménez.

Así hace Luisa Aguilera, quien se niega a salir de su vivienda y por tanto reclama por una pronta atención para no perderla. Solo por la preocupación de sus hijos, duerme en otra casa.

Vecinos también se quejaron que en las últimas visitas de Protección Civil e Inviobras solo han tomado fotos. Recientemente acudieron también hasta el hangar de la Gobernación para solicitar -en vano- una audiencia con el gobernador Justo Noguera Pietri, quien no los recibió. “Estuvimos rato esperando y después nos dijeron que se fue en un avión, me iba a dar algo, con lo que cuesta movilizarse hasta allá”.

También acudieron a Inviobras y, para su sorpresa, la respuesta recibida fue que no tenían el informe, no estaban al tanto de este caso.

Debido a la falta de una respuesta y solución oportuna, no han descartado la tranca de calle como medida de protesta.