Fundación Arcadia exige a la ONU que deje de ser recinto de estados forajidos como Venezuela, Cuba y Siria

Fundación Arcadia exige a la ONU que deje de ser recinto de estados forajidos como Venezuela, Cuba y Siria

Organización de Naciones Unidas | Foto: Cortesía

 

A continuación, el comunicado de Arcadia Foundation:

La situación de los Derechos Humanos no es más una cuestión de la competencia exclusiva de los estados. Por el contrario, se trata de una materia que interesa, en base a la solidaridad, a la comunidad internacional en su conjunto, a gobiernos, instituciones, órganos internacionales y a la sociedad civil.





El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, actualmente reunido en Ginebra, es el órgano principal de protección del sistema universal de derechos humanos. Su eficiencia y la efectividad de sus labores resultan indispensables en la lucha por lograr el respeto pleno de todos los derechos humanos de todos, en todas partes.

La Fundación Arcadia ve con la mayor preocupación que el Consejo de Derechos Humanos, creado para remediar las deficiencias de la antigua Comisión de Derechos Humanos, especialmente, para acabar con su politización, esté integrado por países cuyos gobiernos no respetan los derechos humanos, países en donde se irrespeta el orden democrático y el Estado de Derecho y en los que los actos de corrupción minan su estructura política y social en medio de la mayor impunidad.

Es lamentable que algunos gobiernos con este tipo de historial participen en las deliberaciones del Consejo y en la adopción de decisiones sobre este tema, el más importante de las relaciones internacionales contemporáneas, cuyo tratamiento exige responsabilidad, seriedad y un profundo apego al Derecho Internacional y a su constante transformación.

La Fundación Arcadia hace un llamado a los gobiernos de los Estados Miembros para que en esta reunión del Consejo de Derechos Humanos se adopte una resolución que obligue a los Estados Miembros a respetar y promover los derechos humanos y que garantice, además, que los Estados que formen parte del mismo, en elecciones futuras, no tengan déficit en materia de Derechos Humanos, que respeten el orden jurídico y que contribuyan efectivamente en el plano interno y en sus relaciones internacionales con la aceptación de tales normas y la supervisión que los órganos de control