Las tablas del Holocausto, por José Alberto Olivar

Las tablas del Holocausto, por José Alberto Olivar

A la fecha no albergamos ninguna duda acerca del perverso y vasto plan de exterminio diseñado por las altas esferas del poder que nos tiraniza. Concebido de tal forma que a la fecha solo hemos conocido fases de ejecución perfectamente estipulados. La aniquilación no solo física sino espiritual del llamado “enemigo interno”, puesta en marcha con mayor virulencia desde 2013, año en que las caretas del despilfarro y el populismo a manos llenas se vinieron abajo, tiene hoy por hoy un saldo de víctimas pavoroso.

Una suerte de holocausto inducido por la deliberada política del régimen que grosso modo no solo afecta al segmento de la población que se ha resistido al oprobio, sino que además hiere a sus propios adeptos en situación de vulnerabilidad socio-económica. Y es que, la falta de medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas, la carestía de los alimentos que forman la dieta cotidiana, las interminables colas para adquirir productos regulados, la agudización del caos en el transporte público y andanada de fallas en los demás servicios prestados por el hegemónico e ineficiente Estado Cuartel, no tiene color político a la hora de infligir daño feroz.





La más reciente fase puesta en marcha, relacionada con los cambios en el cono monetario y el establecimiento de un embaucador salario mínimo, pone de manifiesto la orden de ejecución en masa de toda una población que el régimen considera necesario purgar para alcanzar ahora sí, su control absoluto.

Bajo la excusa de echar abajo resquicio pequeño burgueses, se impone todos los trabajadores venezolanos una estafa salarial con menjurje socialista. El timo es mucho más execrable, cuando se trata de todos empleados públicos, de modo particular, los educadores venezolanos. Las tablas que rigen la remuneración mensual, son hoy parte de la estrategia de estrangulamiento ideada por la tiranía.

Es el reflejo de lo que entienden por igualitarismo miserable, plagado de odios y frustraciones, los que hoy asidos al poder omnímodo, hacen realidad esta cerril versión del Holocausto en Venezuela.