El Gobierno ruso quiere que se utilicen de manera “más activa” los mecanismos de sanciones de la ONU contra el brazo del Estado Islámico (EI) en Afganistán ante la “expansión creciente” de la organización terrorista en el país centroasiático.
EFE
“Teniendo en cuenta la expansión creciente del EI en Afganistán y la creación de focos de tensión, también en las inmediaciones de las fronteras de los socios centroasiáticos de Rusia, pretendemos involucrar más activamente los mecanismos de sanciones contra el terrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo hoy la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Moscú, añadió en la rueda de prensa de los jueves, está reuniendo “pruebas” para solicitar al Comité de Sanciones de la ONU medidas restrictivas contra personas y organizaciones que forman parte de la filial afgana del EI o están directamente asociadas con los terroristas.
“Instamos a todos los Estados miembros de la ONU a sumarse a este proceso más activamente y a presentar sus investigaciones al Comité de Sanciones”, dijo Zajárova.
Anatoli Sídorov, el máximo responsable del mando conjunto de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar postsoviética liderada por Moscú, dijo hoy que más de 2.500 miembros del EI se han replegado este año desde Siria a la frontera entre Afganistán y Pakistán.
“El principal peligro es que los terroristas vean en Afganistán una base prometedora para expandir su influencia en Asia central y del sur como parte de su proyecto del Gran Califato”, indicó el comandante de la OTSC, que agrupa a Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.
La situación en el área de seguridad colectiva de Asia central “es bastante tensa y genera las mayores preocupaciones”, recalcó Sídorov, quien añadió que la principal amenaza proviene del EI.