Sobreviviente de la masacre del Lago de Maracaibo: Más de 60 hombres con armas largas se apoderaron de nuestro trabajo

Sobreviviente de la masacre del Lago de Maracaibo: Más de 60 hombres con armas largas se apoderaron de nuestro trabajo

Las calles de Santa Rosa están colapsadas por los vecinos que exigen justicia

 

 

Los ojos se le ponen “aguarapados”. Su mirada se encuentra perdida por segundos en solo pensar que su vida ya no sería vida. La muerte la tuvo de cerca, muy cerquita. Escuchó detonaciones que no le llegaron al cuerpo, pero que sí quedaron truncadas en su alma cuando escuchaba como mataban cruelmente a los miembros de su familia, unos de sangre y otros de la vida, familia del día a día que, Gustavo Parra (nombre ficticio con el que se hizo llamar por motivos de seguridad) sobreviviente de la masacre del Lago, recordará el resto de su existencia, publica Noticia al día.





Las aguas estaban mansas la funesta noche del pasado lunes. El arduo trabajo ya llegaba a su final. Las redes comenzaban a ser levantadas por los más de 24 pescadores que se encontraban en una decena de lanchas en la búsqueda del sustento de su familia: la pesca. Esa faena quedó truncada, cuando la maldad se pronunció a eso de las 8:00 de la noche, recuerda Gustavo, quien atónito en ver como montaban los cuerpos en la furgoneta de la policía científica, respiró profundo y siguió con el relato de la masacre.

En medio de la oscurana de esa noche, los trabajadores se percataron del rugir de varios motores de lanchas. El ruido con el pasar de los segundos se hacía más fuerte y cercano. En un abrir y cerrar de ojos, recuerda Gustavo, él y sus compañeros estaban rodeados pos más de 15 lanchas. En cada una de ellas, por lo menos, iban cuatro criminales, quienes con armas largas apuntaron a los pescadores. Unos 60 matones se apoderaron del Lago.

En solo segundos las detonaciones no se hicieron esperar. Al principio los disparos iban al aire. Imponer el miedo era el principal objetivo. Los maleantes, todos encapuchados sometieron a sus víctimas. Los obligaron a encender sus motores e ir hasta la orilla. Los trabajadores cumplieron con la petición para salvar sus vidas.

Una vez en tierra firme los golpes salieron a flote. Las armas largas de los delincuentes eran utilizadas como especies de rolos o espadas. La sangre corrió de las cabezas de varios pescadores. Allí, comenzó el dolor y el sufrimiento. La tortura la vivieron en carne propia.

Los denominados “Piratas del Lago” no bastándoles con los maltratos, prosiguieron con su acostumbrada rutina: dejar la muerte impregnada en el Lago de Maracaibo. Tomaron a la fuerza a cinco de los 24 pescadores, los montaron en las lanchas y les segaron la vida a punta de disparos. Las víctimas resultaron ser Alexis Villasmil, de 38 años de edad, su cuñado Denys López, de 28, y Wilmer Enrique Morán Polanco, de 27 años, Alexander Ríos, de 20 años, y a Rogelio Martínez, quienes fueron lanzados al Lago.

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