El 20 de mayo de 2018 un novedoso fenómeno político le “explotó en la cara” al país y al mundo. En Venezuela gran parte de 80% del pueblo que no votó a favor del régimen ni del grupo político Avanzada Progresista consecuencia de la activación de la mente colectiva identificó un líder como foco de sus emociones positivas. Y con la intención de observar este comportamiento social acompañé por varios días a María Corina Machado y el resultado fue el siguiente.
El viaje se inició un miércoles en la madrugada. Salimos de Caracas rumbo a Mérida sin escatimar distancias ni adversidades. Viajar al estilo María Corina implica que no hay tiempo para descansos bobos ni quejas ni conversaciones cursis. Su templanza, coraje y solidez intelectual se compara con su educación, la alegría que irradia en la lucha por Venezuela y su sensibilidad humana. María Corina entendió y se compenetró con el pueblo más humilde que sufre mucho y el pueblo la aceptó y la integró totalmente en sus mundos emocionales.
Fueron largas horas de carretera dado que desde hace tiempo a María Corina le tienen bloqueado el derecho a viajar por avión. Las sorpresas aparecieron cuando la montaña andina se hacía cada vez más empinada y de trecho en trecho decenas de pobladores salían a saludar y vitorear a María Corina como la gran mensajera de fortaleza. En algún momento llegamos a la ciudad de Mérida donde se iniciaron diferentes reuniones las cuales se prolongaron hasta después de medianoche. Profesores, estudiantes y pueblo entregaban lo mejor para pensar y moldear planes y programas preparándose para el momento en el cual un nuevo gobierno tome el control de Venezuela, y fue allí, en la serena neblina de la reflexión universitaria que se produjo un interesante planteamiento sobre el “quiebre”: Quiebre del régimen implica cambiar aceleradamente una cultura política sustentada por el oficialismo, algunos dirigentes de oposición y allegados quienes impregnados de obsoletas ideas políticas vienen manteniendo una línea -algunas veces franca y otras veces velada- de darle sustento al régimen. En otras palabras quiebre es la transición real y democrática: Nuevas ideas, nuevos comportamientos políticos y nueva cultura nacional.
Al día siguiente -jueves desde las 7 am- continuaron los encuentros con grupos de ciudadanos para luego partir hacia Tovar. En la ruta se visitó el pueblo de Santa Cruz de Mora donde gente humilde y golpeada por la tragedia se lanzaba a buscar cercanía con el único líder político que en este momento motiva y emociona a los venezolanos. Después se llegó a la “Sultana del Mocoties” como llaman a Tovar y hombres y mujeres de trabajo, agricultores y empresarios no escatimaron en comprometerse en la búsqueda de la ruptura del régimen.
En Tovar se dio una vinculación creciente y cerrada con Maria Corina similar a lo que sucedió en el país meses atrás cuando se activó un recurso maravilloso la memoria colectiva que llevó a buscar la figura del único líder que por años ha tenido coherencia en sus mensajes y accionar
Salimos de Tovar rumbo al estado Trujillo y llegamos a Valera. En “La ciudad de las siete colinas” miles de confianzas volvían a compartir sus necesidades por una vida mejor. En las miradas marcadas por la desgracia se podía leer el ímpetu de vivir en un mundo marcado más por lo que es posible, la fluidez, el cambio, lo armonioso y el desterrar imágenes caducas, falsas e instituciones corruptas e inamovibles. Con el fuego de sus convicciones emerge María Corina activa, fresca, llena de vitalidad y se enlaza a través de verdades a compartir con una Venezuela dispuesta a romper las ataduras de la desgracia. María Corina es en este momento adalid de la esperanza y confianza social.
El mismo día enrumbamos hacia Carora en el estado Lara donde sucedió algo inesperado. Con total claridad se reveló otra dimensión del liderazgo de María Corina además de ser sentida como fuente y agente de dignidad y sinceridad también llega al mundo de los deseos. Y quién no aspira a sentir cumplidos sus deseos y no olvidemos que el deseo es la presencia de una ausencia. María Corina toca los deseos que por años han tenido los ciudadanos: Un líder que irradie y active confianza y llene las ausencias que pululan en el alma del pueblo.
La gira terminaba y al día siguiente regresamos a Caracas y en este trayecto compartí horas de conversación con María Corina y fue cuando entendí que este viaje también me había permitido tener un encuentro con otras realidades. María Corina es líder del partido “Vente Venezuela” (http://www.ventevenezuela.org/ ) que está presente en decenas de pueblos y en todos los estados del país, lo que le da una fortaleza única a esta organización política sustentada en sólidos programas y estrategias para reorganizar y modernizar el país.
María Corina en Venezuela con su transparencia y verticalidad es el líder que sin chantajes, ni mentiras ni ambigüedades tiene abiertos “radicalmente” los brazos y la mente para compartir con todos los líderes y organizaciones que quieran convertirse en ejecutores de un nuevo país con una sola condición que no estén sujetos a rendirle cuentas a la ley y a la justicia. Es el líder que realmente asume el compromiso unitario acorde a la política moderna. Es el líder que tiene en su haber el mayor grado de credibilidad y generación de confianza nacional e internacional para cuando todo el país tenga que moverse.
Y lo más importante sin lo cual no existe ningún liderazgo político triunfador y en este momento ningún otro líder a nivel nacional ni en Latinoamérica lo posee: Esta confiable, bella y luminosa “mujer de titanio” -como la llaman en su equipo por su fortaleza ética, intelectual y física- está en la imaginación de los ciudadanos. Y como la imaginación es el lenguaje universal mientras la mayoría de los venezolanos tengan a María Corina en sus apuntes mentales como el sujeto principal de libertad, confianza y futuro inmediato seguirá convertida en el líder signado por la realidad para conducir el cambio del país.
Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
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@LuisJUzcategui