La Conexión Argentina, por José Guerra

La Conexión Argentina, por José Guerra

José Guerra | FOTO: REUTERS/Marco Bello

 

La justicia argentina ha venido investigando casos emblemáticos de corrupción y redes de blanqueo de capitales donde aparecen involucrados connotados funcionarios tanto argentinos como venezolanos. En el caso del país austral, se han descubierto millones de dólares enterrados en conventos, otro ocultos en apartamentos y hasta en el mausoleo de Néstor Kirchner al parecer también hay dinero escondido. Se trata de la mayor trama de corrupción jamás descubierta y puesta en evidencia en América Latina, región esta azotada por el flagelo del latrocinio y los gobiernos corruptos. El caso se ha tornado interesante por cuanto muchos funcionarios de las administraciones de los Kirchner, marido y mujer, se han declarado culpables y están dando rienda suelta a señalamientos donde claramente indican que la pareja presidencial dirigía un entramado para robar los dineros de la nación.

Ya están detenidos figuras de alto calibre del gobierno de Cristina Kirchner como Julio de Vido y Amado Bodou, el primero de ellos muy conocido en Caracas por sus andanzas y en el establecimiento de la conexión argentina, especie de sociedad para delinquir y saquear. Pero ha surgido otro personaje que actuó como ejecutor en el desfalco de que fueron víctimas tanto argentinos como venezolanos, se trata de Claudio Uberti quien apareció vinculado a la maleta de Antonini Wilson en 2007, decomisada en Buenos Aires con US$ 800.000 como parte de una remesa que PDVSA envió a Cristina para su campaña electoral. Ahora se sabe que la plata de esa maleta era apenas una fracción de los US$ 4.000.000 que por distintas comisiones el gobierno de Chávez le remitiría a Néstor Kirchner, de acuerdo con lo declarado por Claudio Ubeti. Buena parte del mecanismo de la corrupción se diseñó cuando Argentina estaba en incumplimiento en el pago de la deuda externa y Chávez acudió al rescate del gobierno de Argentina con la compra de bonos por más de US$ 500 millones para luego armar en Caracas los famosos Bonos del Sur, emitidos en dólares y pagados en bolívares.





El negocio y el guiso consistió en la compra de esos bonos a tasas preferenciales de Bs 4,30 por dólar para luego venderlos en el mercado paralelo al doble y posteriormente volver a comprar bonos a tasa preferenciales, en una especie de bicicleta financiera en la cual de acuerdo con Uberti, el principal ciclista era Nelson Merente, una vez como presidiere del Bandes, otra como presidente del BCV o también como ministro de Finanza. La parte gruesa de lo dicho por Uberti es que de esas operaciones ciclísticas y financieras Néstor Kirchner y Hugo Chávez recibieron la bicoca de US$ 25.000.000 cada uno. Cuesta creerlo, pero es la confesión de Uberti ante un juez. En cualquier caso todo esto refleja la podredumbre que ha marcado el manejo de las finanzas públicas en naciones donde pareciera que no ha quedado hueso sano debido a que la internacional de la corrupción se decidió tomar por asalto a esos países. Sin embargo, parte de ese cartel ha caído en manos de la justicia: Lula Da Silva está preso, Rafael Correa es prófugo de los tribunales de Ecuador y Cristina es candidata a ir presa. Por eso, la justica tarda pero llega.