La hiperinflación ya diluyó el nuevo salario mínimo

Empleados públicos protestan frente al ministerio del Trabajo en Caracas REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

 

Pese a que trabajadores insisten en que el nuevo ingreso mensual no cubre sus necesidades, el presidente Nicolás Maduro asegura que, con el salario, los venezolanos desbordan los supermercados comprando luego de la implementación de las medidas económicas, publica Crónica Uno.





Por Carlos Seijas Meneses @carlosgmeneses

Caracas. Masiel Malavé, empleada del Ministerio de Salud con 35 años de servicio, no pudo satisfacer sus necesidades básicas con los 2.150 bolívares soberanos (215 millones de bolívares fuertes) de su salario, que entró en vigencia el 1 de septiembre. Solo pudo comprar tres kilogramos de pollo, uno de queso y pocos vegetales.

La trabajadora de la administración pública afirmó que, debido a la hiperinflación, es muy poca la cantidad de productos de la cesta básica que puede adquirir.

El sueldo no alcanza para un mes. Además, tuve que esperar tres horas en una cola para comprar los pollos. Es agotador y frustrante”, expresó.

Las cifras publicadas de la inflación son cada mes más alarmantes. En agosto la tasa cruzó el umbral de 200 %, ubicándose en 223,1 %, de acuerdo con los cálculos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional. El alza diario de los precios fue de 4 %. En ese mes la canasta básica familiar aumentó a 2.081.712.965,87 bolívares fuertes; es decir, 20.817,13 bolívares soberanos. El incremento fue de 79 % con respecto a julio, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.

Pese a que trabajadores aseguran que el nuevo ingreso mensual no cubre sus necesidades, el presidente Nicolás Maduro afirma que, con el salario, los venezolanos desbordan los supermercados comprando luego de la implementación de las medidas económicas.

“Ahora, con el salario petrolarizado, la gente sale los fines de semana y desborda los supermercados y abastos de Venezuela comprando”, expresó el jefe de Estado.

Sin embargo, el gobierno reconoció tácitamente este jueves los efectos de la hiperinflación en el salario, al decidir pagar semanalmente, hasta noviembre, la remuneración de los trabajadores de la administración pública.

Marlene Sifontes, secretaria de organización del Sindicato Unitario Nacional de Empleados del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), solo pudo adquirir con el sueldo un empaque de papel higiénico con cuatro rollos, que le costó 300 bolívares soberanos; un paquete de jabón, en 170 bolívares soberanos; una mantequilla de 500 gramos; y un cartón de huevos. “Todo lo compré hace 15 días, ahorita no podría”, dijo.

La dirigente sindical señaló que los trabajadores de Inparques cobraron a mediados de septiembre. Tuvieron que ir al Ministerio del Trabajo a denunciar que no les habían pagado.

Nosotros duramos prácticamente un mes subsistiendo con lo que nos pagaron en agosto, que fueron el salario de tres millones de bolívares fuertes (30 bolívares soberanos) y el bono de alimentación de 2.196.000 bolívares (21,96 bolívares soberanos). Por supuesto que, cuando cobramos, ya todo estaba sumamente costoso”, aseguró.

El gobierno eliminó beneficios y conquistas laborales

La secretaria de organización de Sunep-Inparques expresó que el Gobierno “le pasó una escoba” al HCM (Hospitalización, Cirugía y Maternidad) y al seguro funerario en Inparques con la reconversión monetaria y el ajuste salarial, además de que aplanó mucho más los salarios. “Prácticamente entre uno y otro, solo hay 100 bolívares soberanos de diferencia”, precisó.

En un recurso de petición al ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, documento firmado por la dirigente sindical y por el secretario general de Sunep-Inparques, José Matute, señalan que el instructivo de aplicación para la administración pública, en el que se publicaron los tabuladores del personal obrero y del administrativo, no solo alteró el beneficio de la prima de profesionalización, sino también la prima de antigüedad, además de eliminar tres compensaciones.

Anteriormente, en la institución la prima de antigüedad iba de 40 % (desde uno hasta cinco años) a 60 % (de 20 años en adelante). Pero, con la nueva escala, el que ingresa solo obtiene 1 % del salario base, lo que representa una desmejora de 39 %.

“Yo cobraba 60 % y ahora 30 % como prima de antigüedad. Con el argumento del ajuste del salario, el Gobierno eliminó las conquistas de los contratos colectivos, de las convenciones y de las luchas propias que hemos hecho los sindicatos”, dijo Sifontes.

Añadió que otro beneficio laboral que se perdió fueron las prestaciones sociales: “Ahora sí es verdad que no son nada, nadie tiene ahorrado nada. Cuando reviso, veo que solo tengo 20 bolívares soberanos”. Además, debido a la hiperinflación, el bono de alimentación también se devaluó. “Cuando se crea la figura del cestaticket, se podía almorzar pagando con uno solo. Ahora, con los 180 bolívares soberanos que están pagando, no comes ni dos almuerzos de hambre, o te compras medio kilo de queso, porque creo que ya ni se puede adquirir un cartón de huevos. Definitivamente, ese aumento se lo tragó la inflación”, agregó.