Carmine Romaniello: Las invasiones de tierras, un cáncer a detener

San Joaquín de Navai / Google Maps

 

Este vulgar negocio de unos pocos facinerosos, en perjuicio de nuestro pueblo soberano

En días pasados, por motivos de carácter judicial, me correspondió ejerce funciones propias de la profesión, en una de las tantísimas bellas y acogedora región de nuestra siempre amada Venezuela; como lo es el estado Táchira.





Una vez allí, nos topamos con, la “Hacienda San Joaquín”, ubicada en la población de San Joaquín de Navai, fortuna nacional, esta, que hoy luce hundida en una anarquía impuesta por un grupo plenamente identificado de “pseudo” campesinos, que de tal arte, tan noble y más antigua que el hombre, solo conocen la arbitrariedad, como sostén de esas tan necesarias, y técnicas faenas a cumplir hora tras hora, y en un continuo diario sin descanso posible.

Los predichos usurpadores, actúan de manera impune y despótica, ante la inacción de los cuerpos de seguridad acreditados en la jurisdicción; y que conforme a mi cronista, pretenden suceder a los mismos dueños, de la finca invadida, bajo la toma violenta y el saqueo de unidades como: tractores desvalijados, techos de depósitos desclavados, semovientes marginados, maltratados – véase retratos comparativos para la fecha – del ingreso inmoderado a la hacienda.

 

Vacunos antes de la invasión

 

Los vacunos después de la invasión

 

Véase hoy de las siguientes fotografías, de donde los eximios lectores podrán, determinar con facilidad, el estado de precariedad, en que se encuentran los cuadrúpedos.

Las condiciones físicas de los vacunos descalabrados, a distancia de cinco meses de usurpación de la hacienda, denotan la destrucción de los potreros, en cuanto a pastoreo se refiere.

El levantamiento de precarias carpas con la clara intención, de una más rápida destrucción de la fuente de empleos que siempre han tenido los dueños de la agropecuaria El Jabillo, en cumplimiento de la labor social que vienen realizando desde hace 70 años, aproximadamente en el municipio San Joaquín de Navai

 

 

En síntesis, sin la venia de sus dueños, en una finca agronómica, en plena producción agropecuaria, cuyos amos, cuentan con la documentación, otorgada legal y oportunamente por el INTI, como único ente autorizado por la República, para la certificación como tierra productiva; opción siempre cumplida, conjuntamente con todas las demás, requeridas por los entes por la finca San Joaquín.

Este rendido narrador, asombrado ante tantos abusos y atropellos, al colectivo soberano, pero indefenso, ya que los ojos virados benévolos hacia los usurpadores, por parte de los órganos de justicia, cuya obligación constitucional y legal, reclama a gritos, con fuerza y de todo corazón; que sean escuchados por las instituciones ante los cuales han acudido para pedir justicia, a saber: Fiscalía, Guardia Nacional Bolivariana, INTI, Tribunal Agrario, Tribunal Penal, Oficina Regional del Táchira, Policía estadal y municipal, párroco del municipio, asociación de ganaderos, además del hecho cierto que las autoridades en general se deben a la ley y solo a ella deben someterse; circunstancia totalmente ausente y completamente adversa para la hacienda en plena producción y al servicio de la nación ¿porque …? Nadie Responde…

Frente a una hacienda que sustentaba 2,08 cabezas de ganado por hectáreas, récord en Venezuela, reconocido por la oficina regional del INTI, esos potreros eran 100% productivos de pasto artificial, adaptado a la ecología tachirense, circunstancia esta que entre otras cosas, es bien importante, ya que no constituye depredación del suelo, ni mucho menos del medio ambiente circunvecino, produciéndose carne de calidad, pero ahora solo hay ranchos y miseria.

Continua este relator, en su triste y adventicio recorrido, buscando información en mérito a los hechos, que aquí he denunciado, los cuales están a la vista; por lo tanto, invito a las instituciones ut retro señaladas, como competentes en la jurisdicción ante las cuales, han acudido los desesperados dueños, en pro y beneficio de una Venezuela mejor; para que hijos, nietos y tataranietos, se sientan orgullosos de sus abuelos, forjadores de la patria Venezolana.

Entre otras, distinguidos descifradores y autoridades de la República, en cuyo seno, existe el reclamo formal y consolidado del rescate de la Hacienda San Joaquín, con expediente bien sustanciado por invasión, robo de ganado, hurto de alambre, estantillo, desvalijamiento de maquinarias, desclavado de galpones, beneficio de ganado ajeno, violación de la propiedad privada, la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, también ha venido denunciando que en varios estados del país se han registrado robos de ganado a varias fincas productivas, debido a la acción de personas identificadas como invasores.

En efecto en una de las fincas invadidas expresa la Federación, que los invasores sustrajeron de forma ilegal 100 mautes y 25 vacas de ordeño. Mi cronista manifiesta, que más de esas cantidades se han perdido en la zona, desde la ocurrencia de la invasión en la Hacienda San Joaquín.

En este desconcierto, existen diferentes modalidades que aplican estos grupos compuestos por 50 a 60 personas, los fines de semana, ingresando a la hacienda de manera arbitraria y armados, con vehículos 4×4, modelo año 2018, mientras que durante la semana permanecen solamente de 8 a 10 personas. Uno de los modos de actuar en las fincas afectadas es invadir, desmantelar instalaciones, sustrayendo maquinarias, equipos y sacrificando el ganado en los potreros. Posteriormente estos delincuentes aparecen en redes sociales ofreciendo en venta las tierras ya parceladas

Estas organizaciones delictuales tanto en las fincas invadidas, como en predios vecinos, arrasan a su paso rebaños de vientres élites, cuya genética ha costado décadas de arduo trabajo, se llevan incluso becerros, mermando el remplazo natural de las fincas, lo cual afecta de manera significativa la sostenibilidad de estas unidades de producción.

Se observa la desolación, devastaron todo. Dañaron los pastos

Quienes realmente trabajan la tierra, hombres y mujeres que con profundo amor y orgullo llevan el verdadero título de “Campesino” se oponen de manera contundente a este tipo de acciones y exigen sea recuperado el estado de derecho y la seguridad juridica, para continuar como ha sido su costumbre de generación en generación, produciendo alimentos para la sociedad venezolana.

A pesar de lo urgente del caso, la Oficina Regional del Táchira y el Presidente del INTI Caracas, han tomado poco interés en el asunto, lo cual nos hace inferir, que pudiera estar identificada con los invasores presentes en el fundo, a pesar de los graves hechos que han ocurrido durante su perturbación.

Destaco que los trabajadores de la hacienda han buscado nuevos empleos que consideran momentáneos, porque les aseguran que cuando se retome la propiedad regresarán a laborar como lo hicieron algunos por más de 30 años.

Con la certeza, que la narración de este real hecho, que encontré por accidente, a lo largo de mi camino, me suscribo de las autoridades referidas en esta denuncia, confiado que las Instituciones hoy finalmente tomaran cartas en el asunto, en pro y beneficio de la sociedad venezolana en pena, por no conseguir alimentos necesarios para su sustento.

Carmine Romaniello