Suicidio bajo custodia es homicidio, por Ángel Machado

El lunes 8 de octubre se escribió quizás el capítulo más oscuro de la dictadura de Nicolás Maduro. Ese día que será imposible de borrar en la memoria de los venezolanos, se convirtió en el día en el que los dictadores se quitaron la careta y cruzaron las rayas que aún no se habían atrevido a cruzar.

Para la mayoría de los venezolanos se ha convertido en normal que en Venezuela se violen los Derechos Humanos, que en Venezuela exista persecución a la disidencia, que en Venezuela existan presos políticos y hasta un grado de venezolanos creen que es normal las torturas por la cual pasan los presos políticos. Sin embargo, lo que se vivió el lunes supera lo anteriormente vivido.

Admitir que un preso político se suicidó, lanzándose al vacío desde el décimo piso del edificio del Sebin en Plaza Venezuela es querer ver la cara de idiotas todos los venezolanos. Lo que sucedió realmente y que ellos no lo quieren admitir, es que torturaron tanto al concejal Fernando Albán que este lamentablemente no pudo seguir resistiendo y falleció y para encubrir los hematomas producidos por la golpizas, las quemadas producidas por la corriente o cualquier otra prueba generada por la tortura, no se les ocurrió otra cosa que simplemente arrojar el cadáver de este luchador de la libertad y de la democracia al vacío para que fuera el asfalto quien ocultara las prueba de las torturas.





Hay múltiples razones para desmentir la tesis dada por el fiscal general Tareck William Saab que afirma que fue un suicidio.

PRIMERO: el concejal Fernando Alban era una persona profundamente católica reconocida públicamente. Todos saben que quienes profesan la fe católica tienen prohibido atentar contra su vida, pues estos no recibirían el perdón de Dios, así que era imposible que Fernando atentara contra su vida.

SEGUNDO: El fiscal asegura que Fernando pidió permiso para ir al baño, permiso que concedieron y en ese momento se arrojó al vacío. Quienes son presos del Sebin o cualquier otro componente del Estado, tienen prohibido asistir al baño solo, por el contrario siempre estan acompañados por más de un custodio, es decir, Fernando en ningún momento estuvo solo.

TERCERO: Los baños del Sebin de Plaza Venezuela no tienen ventana, su ventilación es forzada a través de sistemas de ventilación.

CUARTO: Todos los presos políticos que se encontraban en el Sebin de Plaza Venezuela, afirman que el piso 10 era utilizado para las torturas, no existía en ese piso un gimnasio, una biblioteca, es decir, que Fernando se encontraba en ese piso siendo torturado.

Tenemos otras razones de carácter técnico que quiero compartir con todos ustedes para seguir sumando pruebas de que la dictadura quiere ocultar la verdad.

QUINTO: Los estudios forenses que se le aplicaron al cuerpo de Fernando en la morge, tomaron alrededor de 5 minutos. Cuando un estudio estándar lleva al menos 20 minutos mínimo. Que indica la rapidez de este acto. Bueno que como dicen los criminólogos, los cuerpos hablan, el cuerpo de Fernando aún debía tener signos de tortura que podían ser revelados en ese estudio y evidentemente eso no puede salir a la luz.

SEXTO: El informe forense que se le aplicó al cuerpo de Fernando debía ser firmado por especialistas, concretamente un anatomopatólogo, quien primero es graduado como médico cirujano y luego cumple un postgrado de al menos 3 años en Venezuela. El informe de Fernando fue firmado y avalado por un médico comunitario.

No hay que buscarle la quinta pata al gato, es simple, es muy duro, indignante, humillante y por supuesto que hasta arrechera da todo lo que envuelve el caso de Fernando Albán, pero quiero que todos sepan que el concejal Fernando Albán fue asesinado a sangre fría por la dictadura. Una prueba más de que Maduro tiene como destino la Corte Penal Internacional.

¡Fuerza y Fe Venezuela!

@angelmachadove