El nuevo proyecto constitucional que salió a la calle, con el desconocimiento de Diosdao, quien, ojalá tenga razón, porque lo que recibí es la creación de un Estado Cantinflas, donde se dice todo y nada, tenemos derechos y no, somos y no, sino ¡todo lo contario! Crea un Estado Popular, Democrático, de Derecho y de Justicia Social. En base a los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, complementariedad, concurrencia, corresponsabilidad y planificación democrática popular, desarrollada desde cada entidad de trabajo y comunidad organizada y de consulta abierta, que minimiza al ciudadano en sus deberes y derechos.
En base a los postulados de Bolívar y Chávez, una mezcla inentendible a su manera como hacen con la Biblia y el Corán, para cambiar lo perverso del capitalismo en un socialismo humano. Así, todo lo que se negó en la reforma constitucional del 2007 vine ahora aumentado, corregido y constitucionalizado. Arman y desarman las leyes del Poder Popular. El presidente puede crear provincias federales, ciudades…Distritos funcionales… Pero, claro en consulta permanente con el pueblo, es decir, lo reúnen a recibir instrucciones, hacer mandados y levantar la mano, como ha sido hasta ahora. Queda el sistema nacional de planificación, pero además asume un sistema nacional de ciudades, que al igual que el otro nunca funcionará, planificación, descentralización y control son vinagre y aceite.
El proyecto asume el concepto de ser humano relegando el del ciudadano, da piso constitucional a las Comunas en paralelo a las Alcaldías, todo en función de la centralización política ¿pensamiento único? y desconcentración administrativa, cuando en democracia el gobierno, siempre, direcciona políticamente y la sociedad, siempre, es libre de pensar y actuar.
El chavismo se las ingenia para torcer la ley y someter a la sociedad, lo cual reafirma que el problema no es legal sino político. No importa el despilfarro en marchas, franelas, ayudas, amenazas, publicidad, campaña… si eso amarra a la gente.
Entonces, además de generar la peor crisis económica del mundo dejan una sociedad de zombis, sin capacidad de expresión, dividida, atemorizada, hambreada, desesperanzados, adolorida y en la sobrevivencia.
Es todo un sistema de control político y social – parafraseando a Thais Peñalver – que es lo que la gente siente que no puede combatir, por eso se han quedado quietos en las colas, sobrevenido y sufriendo, mientras el gobierno acorrala, destierra, asesina, apresa o calla a la disidencia.
Esta constitución, o la que se está cocinando a espaldas de los venezolanos, debemos racharla porque afianzará el sistema de control social existente, ello debe ser un objetivo de unidad nacional.
Para lo cual es indispensable despertar del letargo de la abstención, motivarnos en el voto, no solo en las elecciones municipales del 9/12/2018, cuando podemos hace un piso de concejales que se opongan al autoritarismo con las realidades locales, sino el día del referéndum de su aprobación para rechazarla, debemos exigir menos cháchara, de tirios y troyanos, y más acción política seria y comprometida con la ciudadanía.