David Morán Bohórquez: Venezuela es un país pobre. Porque es socialista

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Según mi óptica sólo hay sólo dos enfoques posibles de economía política: Los libres mercados y todo lo demás. Los mercados son el producto más elaborado de la humanidad, llevan 5.000 años perfeccionándose. Los mercados son un producto genuinamente popular, y son base de la libertad de los seres humanos.

Ludwing von Mises en su libro La acción humana: un tratado de economía, publicado en 1949, definió como “economía de mercado puro o sin trabas (libres) supone que existe división del trabajo y la propiedad privada de los medios de producción y que por consiguiente hay un mercado para el intercambio de bienes y servicios. Se supone que el funcionamiento del mercado no es impedido por factores institucionales. Se supone que el gobierno, el aparato social de compulsión y coerción, intenta o se interesa en la preservación de la operación del sistema de mercado, se abstiene de obstaculizar su funcionamiento, y lo protege contra infracciones por terceros”





Dice Mises que “El mercado es un cuerpo social; es el principal cuerpo social. Cada uno, al actuar, sirve a sus conciudadanos. Por otra parte, nuestros conciudadanos nos sirven. Cada uno es tanto un medio como un fin en sí mismo, un fin último para sí mismo y un medio para los otros que se esfuerzan por alcanzar sus propios fines. En la economía de mercado, todo hombre es libre; nadie está sujeto a un déspota. El individuo se integra a un sistema cooperativo espontáneamente. El mercado lo dirige y le dice en qué forma puede promover mejor su propio bienestar así como el de otras personas. El mercado es supremo. Sólo el mercado pone en orden a todo el sistema social y le da sentido de significación. El mercado no es un lugar, una cosa o una ciudad colectiva. Es un proceso impulsado por la interacción de los distintos individuos que cooperan bajo la división del trabajo”.

Fuera de él, todo los demás, que son sistemas híbridos de comprobada eficacia para el saqueo de la riqueza que producen los humanos en los mercados. En el otro extremo está el socialismo, en cualquiera de sus variantes -nazismo, comunismo, fascismo, maoísmo, castrismo, chavismo, mugabismo- que son ejemplos de la coerción tiránica de los regímenes que lo adoptan.

Venezuela no es un país rico porque posea recursos naturales. Venezuela es pobre porque sufre un régimen socialista. Que destruyó todos los sistemas de precios de la economía, como el de divisas, tasas de interés, valor del trabajo, y el de bienes y servicios. También desmanteló el mercado político, que supone la democracia, para instaurar una oligarquía tiránica y déspota.

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Hoy Venezuela es un país muy pobre en camino a una pobreza atroz. Su descapitalización social es terrible: Más de 2,5 millones de conciudadanos han sido desplazados por la violencia y pobreza socialista a otos países recientemente. Con sus talentos y habilidades, que tomaron años formarlos.

Nuestro país es un ejemplo claro de cómo hay pobreza y misera donde hay socialismo. Y también de cómo no hay socialismo sin tiranía.

Les recomiendo la lectura del folleto editado por Cedice “La sabiduría de Ludwig von Mises” en formato pdf acá

 


David Morán Bohórquez es ingeniero industrial y articulista venezolano @morandavid