Sacaron sus ojos y cortaron su lengua: Así mataron al gángster “Whitey” Bulger en prisión (Fotos)

Fotos: “Freddy” Geas (izquierda), el principal sospechoso del asesinato en una cárcel de máxima seguridad de Virginia Occidental del jefe mafioso James “Whitey” Bulger (derecha)

 

Es difícil saber si al morir en la cárcel a manos de varios reclusos, James “Whitey” Bulger recordó los once asesinatos en los que la corte dice que estuvo personalmente involucrado durante su vida como gángster.

Por Infobae





Cuatro presos usaron un picaporte envuelto en una media, le sacaron los ojos y trataron de cortarle la lengua, según reportes de TMZ. Así suelen hacerles a las “ratas”, como llaman entre mafiosos a los delatores.

El traslado de James “Whitey” Bulger a la prisión de máxima seguridad USP Hazelton, de Bruceton Mills, en Virginia Occidental

 

Bulger, de 89 años, fue hallado inconsciente la mañana del martes en la prisión USP Hazelton, de Bruceton Mills, en Virginia Occidental. Los intentos de salvarle la vida fueron inútiles, y poco después lo declararon muerto.

Lo habían trasladado recientemente a esa cárcel de máxima seguridad desde Florida, con una breve escala en la ciudad de Oklahoma.

Fotios “Freddie” Geas, de 51 años, cumple cadena perpetua por su papel en el asesinato de un capo mafioso de Springfield

 

El principal sospechoso es Fotios “Freddie” Geas, de 51 años, que cumple cadena perpetua por su papel en el asesinato de Adolfo “Big Al” Bruno, ex jefe de la mafia en Springfield, y su socio Gary Westerman.

Lo declararon culpable y lo condenaron porque se negó a colaborar con la fiscalía cuando las otras dos personas involucradas en el crimen, el que se lo había ordenado y el que lo había ejecutado, prestaron testimonios contra él y lo acusaron de ser el principal responsable.

“Freddie” Geas

 

“Freddy odia a las ratas”, le dijo al diario Boston Globe Ted McDonough, investigador privado que trabajó para Geas. “Odia aún más a las ratas que abusan de las mujeres, y [Bulger] era una rata que mataba mujeres. Así de simple”.

Al principio se dijo que Bulger había sido asesinado en el área común de la prisión, pero fuentes anónimas dentro de la cárcel citadas por TMZ indican que el presunto ajuste de cuentas ocurrió a las 6 de la mañana en la celda del ex capo.

Cuatro hombres entraron, y Bulger estaba sentado en su silla de ruedas. Fue entonces cuando lo golpearon con el picaporte envuelto en la media, y usaron una cuchilla rudimentaria para sacarle los ojos. También intentaron cortarle la lengua, pero no está claro si lo lograron, porque las fuentes citadas por TMZ sólo pudieron ver que tenía la boca llena de sangre.

Las cámaras de seguridad sólo captaron la entrada a la celda y la salida de los cuatro hombres, que después se dirigieron a las suyas, se cambiaron de ropa y regresaron al calabozo de Bulger con un trapeador y un balde de agua.

Geas fue condenado porque se negó a colaborar con la fiscalía cuando las otras dos personas involucradas en el crimen lo acusaron de ser el principal responsable

 

Cuando lo acusaron del asesinato, Geas no disputó, pero sí se negó a decir quiénes habían sido sus cómplices.

La hija de Geas ha dicho que su padre vivía una doble vida, y que cuando pasaba mucho tiempo sin verlo en la casa creía que lo habían mandado a cumplir alguna misión en el ejército. Asegura que no logra conciliar la imagen de un hombre tan sanguinario con el padre que desde pequeña le hacía cuentos antes de dormir. Y dice que cuando se mira al espejo lo ve a él, porque los dos tienen la misma sonrisa.

James “Whitey” Bulger dirigía la pandilla Winter Hill, ampliamente conocida en los círculos del crimen organizado en Boston. S e hizo informante del FBI en 1975 y le pasó datos sobre la mafia italiana a cambio de protección. En 1995, su contacto en la agencia le advirtió que querían arrestarlo por delitos de crimen organizado, y pudo escapar a tiempo.

Estuvo 16 años en la lista de los más buscados del FBI, que pasó a encabezar cuando un comando élite de la marina estadounidense ajustició a Osama bin Laden en Paquistán.

Lo capturaron hace siete años en Santa Mónica, California, y en 2013 lo declararon culpable de 31 cargos, entre ellos extorsión y lavado de dinero. Fue condenado a dos cadenas perpetuas más cinco años.